El técnico intenta evitar de este modo que la Ley Concursal demore el pago de sus honorarios
08 oct 2010 . Actualizado a las 04:03 h.La titular del Juzgado de lo Mercantil número 2 de Palma, Encarnación González, decidirá en los próximos días si admite a trámite o no la demanda presentada por el ex entrenador del Mallorca, ahora en el Sevilla, Gregorio Manzano, en contra de varios ex directivos de la entidad balear, a los que reclama 2,2 millones de euros en concepto de honorarios correspondientes a la temporada pasada.
La jueza tramita en estos momentos un concurso voluntario de acreedores instado por el Mallorca, y deberá decidir si prospera la demanda de Manzano en contra de Mateo Alemany, Javier Martí Mingarro, Javier Martí Asensio, José Miguel García y Álex García.
Con excepción de Alemany, que sigue controlando la mayoría del capital social del Mallorca, aunque lo tiene a la venta, los demás desempeñaron diversos cargos cuando Manzano entrenaba al primer equipo mallorquinista.
El actual técnico del Sevilla ha dirigido su reclamación contra personas físicas, y no ante el Mallorca, para evitar formar parte de la masa de acreedores del club, sometido al concurso voluntario de acreedores, la antigua suspensión de pagos.
Deudas y Ley Concursal
La entidad balear, ahora en manos de Lorenzo Serra Ferrer y de un grupo de inversores, adeuda entre sesenta y setenta millones de euros, y fue apartada de la Liga Europa por la UEFA debido a sus problemas económicos. Además, también debe una parte o la totalidad del importe de algunos fichajes, como el de Pep Martí, por el que aún adeuda al Sevilla unos 400.000 euros.
La interposición de la demanda ha tenido gran repercusión en los medios de comunicación baleares, de manera que algunos expertos consultados por algún diario mallorquín explican que una acción como la protagonizada por el ex entrenador del Mallorca podría derivar en un nuevo concepto de aplicación de la Ley Concursal. Los abogados argumentan que «si lo hace Manzano y le va bien, todos los acreedores querrán imitarlo abandonando su reclamación vía concurso de acreedores, en el que no saben ni cuánto ni cuándo cobrarán», según recoge la edición de Internet de Mallorca Diario. «Si esto ocurriera, en otros concursos podría aplicarse esta estrategia, lo que acabaría dejando la Ley Concursal en papel mojado», añade.