Un partido magnífico del portero brasileño Diego Alves y la falta de puntería dejaron en empate el buen encuentro del Atlético de Madrid ante el Almería (1-1), un choque con innumerables ocasiones del equipo madrileño, mejor sobre el terreno de juego, pero frenado por las paradas del guardameta rival.
El portero visitante fue un muro para el conjunto local en el Vicente Calderón, en un duelo con polémica, por un penalti no pitado sobre José Antonio Reyes, y que frenó la carrera hacia los puestos de Liga de Campeones del equipo de Quique Sánchez Flores ante un bloque andaluz que tomó oxígeno en la zona baja de la clasificación.
Y eso que el Atlético, con el argentino Kun Agüero y el uruguayo Diego Forlán como pareja titular en la delantera después de un mes y medio, con la calidad de José Antonio Reyes y la buenas internadas del brasileño Filipe Luis y del checo Tomas Ujfalusi por los laterales, se sintió cerca del gol desde el primer segundo.
Inició el duelo con un arranque arrollador, con tres oportunidades, cinco saques de esquina y un penalti sobre Reyes que el árbitro Fernando Teixeira Vitienes sacó fuera del área, todo antes del minuto 5, y multiplicó sus estadísticas de ocasiones perdidas hasta el minuto 33, cuando firmó el 1-0.
De cabeza, con disparos lejanos o con acciones individuales en el área, el Atlético había ofrecido argumentos suficientes en ataque para merecer esa renta, incluso más, antes del descanso pero, de pronto, se marchó al intermedio con un gol en contra, en un ajustado tiro del argentino Pablo Piatti desde fuera del área en el minuto 45.
No cambió el choque en la reanudación, de inicio una prolongación ofensiva del Atlético, que perdió a Reyes por lesión para la segunda mitad, pero también una continuación de la exhibición de seguridad bajo los palos de Diego Alves, de nuevo salvador. El equipo madrileño no encontró la fórmula de batir de nuevo al guardameta brasileño, terminando con muchos riesgos en defensa.