La pareja de baile ya está formada. La cuestión ahora es saber en qué pista danzarán. Cuál será el escenario de la final de Copa que disputarán el Barcelona y el Madrid. No se conocerá de forma oficial al menos hasta mañana, cuado está previsto que se celebre la primera reunión entre las partes, pero muchos indicios apuntan a Mestalla, feudo equidistante de los dos contendientes.
La segunda opción parece el estadio sevillano de La Cartuja. Los rectores de la sociedad que gestiona este recinto ya han anunciado que presentarán su candidatura y destacan que es el único campo español que ha recibido la máxima calificación de la UEFA (cinco estrellas) que no se encuentra en las ciudades de las que proceden los dos equipos finalistas.
Curiosamente, en esta ocasión en Barcelona ven con mejores ojos el Santiago Bernabéu que los propios madridistas. Las primeras encuestas a aficionados azulgrana lo dan como escenario preferido. Y es todo un síntoma de confianza frente al eterno rival.
Además, desde que llegó Pep Guardiola al banquillo en el conjunto culé siempre han destacado el valor de esta competición y la ha calificado como la más bonita por el desplazamiento masivo de aficionados que conlleva. Vivió con intensidad la final que su equipo disputó en Mestalla ante el Athletic de Bilbao en su primera temporada y siempre la recordará con cariño por haber logrado su primer gran título como entrenador. Y el miedo escénico ya no existe para los barcelonistas después dos exhibiciones seguidas como fueron el 2-6 y el 0-2.
El entorno merengue prefiere alejar la final de su feudo. No quiere otra especie de Centenariazo. Pero no acepta de buen grado al Camp Nou después de la goleada sufrida en la primera vuelta de la Liga. Por lo que los merengues se inclinan por terreno neutral, y ahí gana enteros Mestalla.