«Necesitamos el apoyo de los Gobiernos. Solo ellos tienen el poder de que se tomen medidas judiciales», asegura.
01 mar 2011 . Actualizado a las 06:00 h.El presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Jacques Rogge, pidió a los Gobiernos que luchen contra las apuestas ilegales al poner de manifiesto que la credibilidad del deporte está en juego y que es necesario actuar. «Necesitamos el apoyo de los Gobiernos. Solo ellos tienen el poder de que se tomen medidas judiciales. Pueden pedir escuchas telefónicas, ordenar, vigilar. Nosotros no podemos hacerlo», declaró en la víspera de un encuentro sobre el tema en la sede del COI en Lausana.
«Estamos a favor de un sistema en el que los operadores de apuestas deban obtener una licencia de los Gobiernos», añadió Rogge, que aplaudió la nueva legislación francesa. Rogge pidió que las federaciones nacionales e internacionales reciban contraprestaciones por «los esfuerzos que hacen» al organizar los eventos.
Según él, las apuestas ilegales están en la mayoría de los casos relacionadas con sistemas de blanqueo de dinero y con el crimen organizado, y necesitan una respuesta coordinada a nivel mundial, idéntica a la que se hace con el dopaje. «Supone un enorme peligro para la credibilidad global del deporte, porque son mafias que apuestan al mismo tiempo que manipulan el resultado de los partidos», explicó.
El COI puso en marcha su propio sistema de vigilancia en el 2006 y no detectó ninguna anomalía durante los Juegos de Pekín y de Vancouver. «Dicho esto, no hay que ser inocentes. Tarde o temprano, esto podría llegar a los Juegos Olímpicos y queremos impedirlo», dijo Rogge.
La reunión de hoy incluirá a responsables de federaciones deportivas, de la Interpol, así como a ministros de Deportes de Australia, Gran Bretaña, Francia y China, países que ya han legislado sobre este asunto.
El COI es partidario de que las federaciones nacionales e internacionales reciban «un retorno» de los ingresos de las casas de apuestas deportivas, de que estas funcionen con licencia gubernamental y de que las Administraciones públicas legislen claramente sobre la materia.
«Estamos a favor de que las casas de apuestas obtengan una licencia del Gobierno, porque eso permitirá controlarlas mejor, y también nos gustaría que las federaciones vieran reconocido el esfuerzo de organizar las competiciones con un retorno de los ingresos».