El suizo revalida su cargo como presidente de un organismo bajo sospecha y en plena crisis de credibilidad.
02 jun 2011 . Actualizado a las 19:07 h.Joseph Blatter (Suiza, 1936) fue reelegido para un cuarto mandato al frente de la FIFA, en una votación a la que concurrió sin oponente, después de que fuese inhabilitado de forma provisional, por supuesta corrupción, el catarí Mohammed Bin Hamman, que había expresado su intención de presentarse a la elección.
Al mando desde hace trece años de la institución considerada como la más poderosa del planeta en el mundo del deporte, Blatter fue ungido nuevamente como presidente para el periodo 2011-2015 con 186 votos, de un total de 203 emitidos. «Les agradezco su confianza, de todo corazón. Juntos vamos recorrer los próximos cuatro años, siempre y cuando Dios me conceda la vida, la energía y la fuerza de continuar», fueron las primeras palabras de Blatter tras informarse del resultado de la votación secreta.
El presidente dijo sentirse «satisfecho» de que su institución haya restablecido su «unidad y solidaridad», al tiempo que prometió llevar «al barco de la FIFA a aguas claras y transparentes». Sin embargo, reconoció que esto no podrá hacerse de la noche a la mañana. «Pero lo vamos a hacer», aseguró.
En su discurso previo a la votación, Blatter ha anunciado reformas «radicales» como la elección de la sede del Mundial de fútbol por parte del congreso, en lugar del comité ejecutivor. «Quiero que en el futuro la decisión sobre quién organiza la Copa del Mundo sea tomada por el congreso de la FIFA», dijo el suizo.
«El comité ejecutivo hará una pequeña lista. Sin recomendaciones. Y será el congreso el que decida», explicó. Hasta el momento, la decisión sobre las sedes del Mundial, la gran joya de la FIFA, la tomaba su órgano de gobierno, que está compuesto sólo por 24 miembros.
La designación en diciembre de Rusia 2018 y Qatar 2022 generó gran polémica en la prensa internacional y extensas acusaciones de corrupción en el comité ejecutivo. La ampliación de la toma de decisiones a todo el congreso, compuesto por 208 miembros, es la propuesta más radical de cambio hecha por el presidente.
Sin embargo, no fue la única. El suizo aseguró también que reformará la comisión de ética para convertirla en un órgano «profesional e independiente», cuyos miembros serán asimismo elegidos por el congreso. Además, anunció la creación de una comisión para la búsqueda de soluciones a los problemas de credibilidad en el gobierno de la organización. Sus miembros serán «personalidades del interior de la FIFA», dijo Blatter. En caso necesario, sus propuestas serán sometidas a aprobación en un congreso extraordinario.
La propuesta de la Federación Inglesa de posponer la elección fue rechazada por una amplia mayoría (172 votos contra 17). Blatter es el único candidato tras la retirada del qatarí Mohamed bin Hammam, que fue suspendido temporalmente el domingo como sospechoso de haber intentado comprar votos y no recibió permiso para entrar al Hallenstadion de Zúrich.
En protesta por la sanción, se especuló el sábado con que varias federaciones de la Asociación Asiática de Fútbol (AFC), cuyo presidente era Bin Hammam hasta la suspensión, podrían boicotear el 61 congreso de la FIFA, pero hoy se presentaron las 208 federaciones.
«El barco está en problemas», admitió el suizo en su primera intervención. «Pero hay que devolverlo al buen curso. Yo soy el capitán, así que soy el responsable de hacerlo, pero solo puedo hacerlo con su ayuda», dijo el suizo. «Estoy seguro de que podemos arreglar todos los problemas en el interior de la FIFA», añadió. «Con respeto, disciplina, 'fair play', unidad, solidaridad y confianza».