El suizo Joseph Blatter sobrevive a los escándalos y afronta su cuarto mandato al frente de la FIFA. Candidato único tras la suspensión y posterior retirada de su rival catarí Mohamed Bin Hammam por un presunto caso de corrupción, Blatter logró 186 votos de las 203 asociaciones nacionales que se pronunciaron, entre las 208 que forman la FIFA. Superó primero la moción del presidente de la federación inglesa, David Bernstein, que había hecho un llamamiento a «posponer la elección y dar más credibilidad al proceso». La propuesta de Inglaterra fue rechazada por 172 votos a 17.
Cambio de sistema
La primera medida propuesta por Blatter para su último mandato, tras el que alcanzará los 17 años como presidente (1998-2015), es un cambio en el sistema de designación de los mundiales. «Se ha hablado de dar más poder a las federaciones. Quiero que en el futuro lo decida el congreso de la FIFA. El comité ejecutivo realizará una lista de candidatos a organizar los mundiales, entre los cuales el congreso decidirá», dijo Blatter. El nuevo sistema significaría una votación de las 208 asociaciones nacionales, no solo de los 24 miembros del ejecutivo que deciden ahora.
La designación de los mundiales dem 2018 a Rusia y 2022 a Catar, entre acusaciones e investigaciones sobre presuntos casos de corrupción, dio paso a críticas y escándalos, que continuaron en las elecciones a la presidencia de la FIFA.
Blatter pidió que sea el congreso el encargado de elegir a los miembros del comité de ética, que estuvo en las últimas semanas de actualidad, ya que fue el organismo que suspendió al catarí Bin Hammam y al trinitense Jack Warner por un presunto intento de soborno a delegados caribeños para que dieran su voto al primero en las elecciones a presidente de la FIFA.
Tras ser suspendido, Bin Hammam se retiró de las elecciones y envió una carta a la FIFA expresando su protesta por no haber podido apelar al no recibir los motivos de su castigo.
Una advertencia
«Puedo decir que esta advertencia nos va bien porque nos va a permitir centrarnos en problemas y soluciones, a mí me va a permitir asumir la responsabilidad para servir al fútbol», añadió el suizo, que insistió en que el barco de la FIFA está desorientado y él quiere enderezar su rumbo. «Necesitamos un líder que asuma la responsabilidad de hacerlo y yo estoy dispuesto».
Joseph Blatter también se comprometió a que se realicen reformas, «no solo toquecitos, serán reformas radicales y necesarias. No quiero una situación indigna».