Los Mavericks están a una victoria del título tras imponerse de nuevo en su cancha a los Heat (112?103) y toman así, por primera vez, ventaja en la final (2-3). Pero el anillo tendrá que decidirse en Miami, donde el domingo se disputará el sexto partido y, si fuera necesario, también el séptimo, el próximo martes.
El alemán Dirik Nowitzki se recuperó de la gripe, y con 29 puntos, ocho de ellos en el último cuarto, volvió a exhibirse en un duelo en el que LeBron James fracasó en el último parcial al anotar solo dos puntos. Aún así, la gran estrella de los Heat firmó un triple doble.
La ayuda de Nowitzki
José Juan Barea (16 puntos) y Jason Terry (21 puntos) se crecieron en los momentos clave y ayudados por Nowitzki lograron el segundo triunfo consecutivo de los Mavericks. De este modo, la resolución del campeonato se marcha a Florida después de remontar un 2-1. Dallas se encuentra en disposición de vengarse de la final perdida ante los Heat en el 2006 (4-2), aunque entonces no estaba en Miami el que ahora es el mejor jugador de la NBA, LeBron James, que se ha encontrado en esta batalla por el anillo con un durísimo competidor, un Dirik Nowitzki capaz de dar la gran sorpresa ante los poderosos Heat.
El Big Three de Miami sumó en el quinto enfrentamiento 59 puntos, gracias a LeBron, los 23 puntos de Dwyane Wade y los 19 de Chris Bosh. Pero todo fue insuficiente ante el hambre de los jugadores de Dallas y el talento de Nowitzki, que consiguió 9 de 18 en tiros de campo y total efectividad en tiros libres. Wade volvió a dar la cara, a pesar de jugar desde el primer cuarto lesionado en la cadera tras recibir un golpe del gigante Brian Cardinal, pero quien volvió a decepcionar en el momento de la verdad fue LeBron. James estuvo generoso en el último cuarto, pero no anotó su única canasta de ese período hasta el último medio minuto, mientras Nowitzki y Terry Wade cerraban ese parcial con ocho puntos cada uno.
Al término de este quinto partido, el técnico de los Mavericks destacó que «Nowitzki cargó con el equipo cuando lo necesitaba». Es una final de las grandes, con los Heat todavía con el papel de favoritos, aunque esta serie se les ha complicado demasiado y deberán echar el resto ante su afición. Es la hora de LeBron.