Nadal resiste al cañonero Muller

Paulo Alonso Lois
paulo alonso REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

El español ganaba por un set cuando la lluvia interrumpió su partido

25 jun 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

A Rafa Nadal le toca restar y esperar. Juega el número uno del tenis mundial su tercer partido de Wimbledon contra un sacador contumaz. Y tiene que esforzarse para conectar restos dentro de la pista e intentar derrotar a Gilles Muller, luxemburgués, número 92 del mundo, temible cuando conecta el primer servicio, vulgar con su segundo. Cuando la lluvia interrumpió el encuentro, el español mandaba por 7-6 (6).

Aunque el tenis no siempre lo refleja la frialdad de los datos, hay números que ahorran mayores explicaciones. En el primer set, Muller ganó 28 de los 30 puntos que jugó con primeros servicios. No dio opción a Nadal cuando rompió la bola, con frecuencia a más de 200 kilómetros por hora. En cambio, se convirtió en vulnerable cuando necesitó tirar del segundo, con el que solo ganó uno de cinco puntos.

Aquel precedente del 2005

Nadal cumplió ante un rival con una peculiaridad importante. Es uno de los tres únicos tenistas que han conseguido derrotarle en Wimbledon. Dos lo hicieron cuando se probaba en hierba: el tailandés Paradorn Srichaphan le ganó en el 2003 y Muller en el 2005. Y otro, Federer, en las finales del 2006 y 2007.

Muller soltó entonces una frase que demuestra que no se ganará la vida como profeta: «Quizás Nadal nunca gane Wimbledon». Eran momentos en los que al mallorquín le costaba todavía rendir en pista rápida, donde acabó ofreciendo un gran nivel.

El luxemburgués jugó ayer mejor de lo que acostumbra. Y Nadal, sin un break rápido que le diese tranquilidad, tuvo que sufrir.

De hecho, el mallorquín levantó dos bolas de set con 5-6 y 15-40 en contra. Una buena derecha paralela y un punto de servicio le sacaron del apuro y le acercaron al tie-break.

La lluvia paró entonces el partido en la pista 1 y se reanudará hoy. Las interrupciones retrasan el normal desarrollo del torneo. Y amenazan una de las tradiciones de Wimbledon, el descanso en el domingo que marca el ecuador de la competición. Solo se jugó en el Middle Sunday en tres ocasiones, en los años 1991, 1997 y 2004.

Triunfo de Ferrer

La jornada también deparó el triunfo de David Ferrer frente al estadounidense Ryan Harrison por 6-7 (6), 6-1, 4-6, 6-3 y 6-2. y la derrota de María José Martínez Sánchez ante Venus Williams por 6-0 y 6-2.

Lourdes Domínguez rozó ayer uno de los grandes momentos de su carrera. A los 30 años, y en su mejor participación en Wimbledon, acarició la proeza de eliminar a Marion Bartoli, finalista en Londres en el 2007. La pontevedresa dejó escapar tres bolas de partido en el segundo set, antes de caer por 4-6, 7-5 y 6-2 ante la jugadora francesa, que llegó a ser atendida por problemas de salud.

Durante dos horas y veinte minutos, Lourdes Domínguez ofreció su mejor nivel para intentar pasar a dieciseisavos de final. En el partido que abrió el programa en la ultrarrápida pista 3, buscó la red para evitar el intercambio de golpes con la francesa. La pontevedresa tuvo dos bolas de partido al resto con 5-3 y una tercera con el servicio y 5-4 antes de perder ante la reciente ganadora en el torneo de Eastbourne y actual número 9 del mundo.

La jornada dejó el regreso de Feliciano López al primer plano en su grand slam preferido. Inspiradísimo, el toledano tumbó al tres veces finalista de Wimbledon Andy Roddick por 7-6 (2), 7-6 (2) y 6-4, y se enfrentará ahora con el ganador del encuentro entre el polaco Lukasz Kubot y el francés Gael Monfils, que empataban 6-3, 3-6 y 3-3 cuando la lluvia detuvo el juego.

El dos veces cuartofinalista en Wimbledon bordó el tenis. «Pocos partidos recuerdo haber jugado igual de bien», resumió. A sus 29 años, Feliciano López consiguió en la pista central su primer triunfo en ocho enfrentamientos con Roddick, que había perdido las finales de Londres ante Roger Federer en los años 2004, 2005 y 2009.