El belga Jelle Vanendert estrenó su palmarés en el Tour de Francia tras imponerse en solitario en la etapa reina de los Pirineos, disputada entre Saint Gaudens y Plateau de Beille, de 168,5 kilómetros, en la que Alberto Contador aguantó con los favoritos, y el francés Thomas Voeckler retuvo el maillot amarillo.
Vanendert, de 26 años y debutante en el Tour, encontró en Plateau de Beille la victoria que le arrebató Samuel Sánchez el pasado jueves en Luz Ardiden. El belga, que apostó todo a una carta a 6 kilómetros de meta, invirtió los papeles y relegó al asturiano al segundo puesto. El líder del Euskaltel, que pescó en río revuelto, salió tarde en busca de su rival, pero el tiempo ganado le permite saltar al sexto puesto de la general.
Por detrás del campeón olímpico entraron los favoritos, con Andy Schleck dos segundos adelantado sobre Evans, Ivan Basso, Alberto Contador, Frank Schleck y Voeckler, quien saldrá de los Pirineos de líder, aún con una ventaja de 1,49 y síntomas de no ser un rival de mantequilla, sino pétreo en la pelea, y además, acompañado hasta el final por compañeros de equipo, lo que no puede decir cualquiera.
Hubo combate nulo. Ningún candidato ha sobresalido por encima del resto en los dos primeros finales en alto del Tour 2011. La carrera saldrá de los Pirineos con sensación de igualdad en la carretera, y unas diferencias que se establecieron en las caídas de la primera semana. Serán los Alpes los que decidan, con el Galibier, el Alpe D?Huez y la cronometrada de Grenoble. En este panorama sale reforzado Cadel Evans, el más fuerte contra el crono.
Alberto Contador salió vivo del tríptico pirenaico, con un retraso que tratará de limar en los Alpes. No es el Alberto Contador del Giro. Por su lesión de rodilla o por agotamiento tras ganar la maglia rosa en Italia, pero asegura que volverá en unos días y estará listo para la batalla.
El factor favorable para el madrileño es que sus enemigos no lo han eliminado.
La etapa prometía, con seis puertos, un recorrido de sube y baja constante. De salida se formó una fuga con 20 corredores, entre ellos dos hombres de los Schleck, los alemanes Voigt y Gerdemann. El último de los aventureros, el francés Sandy Casar, se hundió a 6 kilómetros de meta ante la llegada de Vanendert.
Una nueva etapa empezó a pie de Plateau de Beille, un puerto de categoría especial, de 15,8 kilómetros al 7,8 %. En esa cima logró Contador su primera victoria en el Tour, en el año 2007, como antes Marco Pantani (1998) y Lance Armstrong en dos ocasiones (2002 y 2004). Impuso el ritmo el Leopard, pero los grandes fueron incapaces de escaparse del férreo marcaje entre ellos. Fuegos de artificio acompañados de miradas. Nadie se molestó en seguir a Vanendert. Llegó tarde Samuel. Por detrás, los favoritos, casi de la mano, para deleite de los franceses, que saborean el maillot amarillo de su compatriota Voeckler.