Histórico, pero insuficiente

Antonio Alix

DEPORTES

22 jul 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Sin duda, la victoria de Andy Schleck se merece los máximos calificativos; el chaval atacó no para ganar la etapa, sino el Tour, pero me parece que se va a tener que conformar con lo primero. Todos los que lo hemos criticado hasta ayer tenemos que comernos nuestras palabras tras la demostración en el Izoard y el Galibier. Dejó plantados al resto de favoritos, se apoyó en los compañeros que llevaba por delante y tiró a tope cuando ya nadie podía ayudarlo.

Pero los más de cuatro minutos que llegó a sacar se quedaron en poco más de dos desde que Evans asumió en solitario la caza, quitándose para siempre el sambenito de chuparruedas. Un esfuerzo que le ha valido para que -a falta de Alpe D?Huez y la contrarreloj- siga siendo el máximo favorito. Y eso que todavía aguanta de amarillo el transformado Voeckler, que cada día se deja la piel en el empeño.

Entiendo que ver descolgarse a Contador habrá sido un palo para los españoles -para mí, también-, pero hay que asumirlo. Difícil precisar si la culpa viene del esfuerzo del Giro, del dolor de la rodilla por la caída o de la presión por el juicio del TAS. Hoy, ya sin nada que perder, ojalá sea él quien dinamite la etapa, aún a riesgo de perder una minutada. Mejor eso que descolgarse sin atacar, como ayer.