Destrozó a Andy Schleck en la crono y le dará a Australia el primer Tour
24 jul 2011 . Actualizado a las 18:34 h.Si hay un mote que intenta evitar todo jefe de filas es el de Poulidor. El eterno segundo. Siempre a las puertas de la gloria, pero sin llegar a cruzar el umbral. El único antídoto es el triunfo. Tanto Cadel Evans como Andy Schleck intentaban alejarse de la sombra de Poulidor y ayer el australiano lo consiguió al pulverizar a su rival en la contrarreloj de Grenoble. El jefe de filas del BMC pulverizó a su rival por la general del Tour. Le sobraron kilómetros en los 42,5 de la crono de Grenoble. Necesitaba saltar la brecha de 57 segundos que lO separaba del menor de los Schleck. Logró 2 minutos y 31 segundos sobre el luxemburgués. Más de lo esperado. Marcó el segundo mejor tiempo y solo fue superado por Toni Martin (HTC), un valor seguro en estos menesteres cuando se desinfla Cancellara. Paró el reloj para darle a Australia su primera grande boucle.
El duelo de urgencias escenificado ayer en las carreteras de Grenoble era para Evans, de 34 años, un ahora o nunca. Tercer corredor de más edad en ganar un Tour, se sabe un intruso en una época marcada por la siguiente generación, la de Alberto Contador y los Schleck. A Andy, en cambio, no le valieron las supuestas alas que otorga el amarillo, aquellas con las que volaron Alberto Contador y Carlos Sastre en el 2007 y el 2008 para resistir el pulso final con el australiano en la crono. En Grenoble se impuso la fuerza, la cadencia de especialista y el hambre acumulada de Evans, que había perdido ya dos Tours por menos de un minuto y, tras resistir este año dos embestidas como las del Galibier y el Alpe D?Huez, no estaba dispuesto a dejar escapar esta oportunidad.
Al enfundarse el maillot de líder, la emoción arrancó una expresividad desconocida en su rostro. Vestirá el amarillo solo en una etapa, la última. No necesita más. Salvo imprevistos en los 95 kilómetros que llevarán hoy al pelotón desde Créteil hasta París, estará flanqueado en los Campos Elíseos por los Schleck. Los hermanos se equivocaron. Dijeron que solo uno alcanzaría el cajón.
Contador firmó el tercer registro de la etapa y acabó quinto en la general. España se baja del podio tras cinco triunfos consecutivos. Subirá Samuel Sánchez como rey de la montaña. Pero el protagonismo será para un antiguo secundario de lujo. Evans.