Kittel ganó un esprint accidentado, con caídas de Joaquín Rodríguez y Nibali

talavera / colpisa

DEPORTES

27 ago 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Un doble estruendo sacudió el primer esprint masivo que ha tenido esta Vuelta a España. Doble, porque por un lado el alemán Marcel Kittel ponía su potente maquinaria en marcha encima de la bicicleta y sorprendía a todos los hombres rápidos que hay en la carrera. Por otro, se produjo una espectacular caída en la meta en la que se vieron implicados Joaquín Rodríguez, Nibali, Scarponi, Erviti, Golas, Reynés, Lastras o Van den Broeck. La que la peor parte se la llevaron Golas y Reynés, al menos por el aspecto físico que presentaban al cruzar la línea de meta. El primero de ellos llegó cubierto de raspones y sangre, y el segundo con el brazo encogido.

Lesiones

Scarponi se quejaba del hombro y de la parte interior de la rodilla. Tiró con rabia sus gafas al público cuando se montó de nuevo en la bicicleta para llegar hasta la meta. Nibali y Joaquín Rodríguez se quedaron solo con el susto.

Jürgen Van den Bröeck sonreía en la llegada: «En el Tour me caí cuando iba más atrás. Aquí, por ir delante. ¿Qué hago?», les preguntaba a los periodistas belgas.

Todo el mundo quería estar delante, y al final las caídas no respetan a nadie, ni tampoco escogen el lugar en el que se producen. La suerte o la desgracia es algo que no se puede controlar. El que provocó la caída fue Tyler Farrar, que apoyó la mano sobre otro ciclista y generó un efecto dominó que comenzó a dejar corredores por el suelo. Se quejaba de la cadera (podría tener una fisura) y el Mundial de ruta pudiera estar en peligro para él.

Junto a ese susto, lo más llamativo es la aparición de Marcel Kittel, un tanque alemán de 1,88 y 80 kilos de peso, que arrasó a sus rivales: «¿La caída? No he visto nada. Yo iba delante, esprintando, y no me he enterado. La veré en el vídeo cuando llegue al hotel».