Olmedo roza el bronce en Daegu

José Antonio Diego / Efe

DEPORTES

03 sep 2011 . Actualizado a las 19:17 h.

Manuel Olmedo se quedó, en su segundo año en 1.500, a 23 centésimas de la gloria al terminar cuarto en la final de los Mundiales pero regresa a casa con el consuelo de haber logrado el mejor resultado español en doce años. Desde que Reyes Estévez se colgó la medalla de bronce en Sevilla'99, ningún español había llegado tan alto en una prueba que Fermín Cacho, con el mismo entrenador que Olmedo (Enrique Pascual) convirtió en la predilecta para el aficionado español.

Olmedo, de 28 años, era la última esperanza española de medalla en una prueba, los 1.500, en la que lleva sólo dos años, tras abandonar la de 800. En este breve tiempo, sin embargo, ya ha sido dos veces campeón de España, medallista de bronce en el Europeo al aire libre de Barcelona 2010 y, en marzo pasado, campeón continental en pista cubierta, en París.

Le faltaba dar el salto a la escena mundial, y en su primera experiencia en la distancia -en los cuatro Mundiales anteriores, siempre en 800, no llegó a la final- se metió en la carrera definitiva. El sevillano ejecutó a la perfección la táctica que le había prescrito Pascual: correr por la cuerda, guardando energías para el último 400. En semifinales había caído gente importante, como el defensor del título, el bahrainí Yusuf Saad Kamel; el subcampeón mundial, el etíope Deresse Mekonnen; el gran favorito, el marroquí Amine Laalou, y el keniano Daniel Komen.

Silas Kiplagat, de 22 años, autor de los dos mejores registros mundiales del año (3:30.47 y 3:31:39), partía como favorito junto con el campeón olímpico, Asbel Kiprop. Eran los hombres llamados a dar a Kenia su primer oro en esta distancia y no dejaron que el triunfo se les escapase con una última vuelta impetuosa que lastró las piernas de los rematadores en el esprint.

Kiplagat salió como una bala en el 300, con Kiprop pegado a su estela y ambos llegaron, pero en sentido inverso, a la meta para dar a Kenia no sólo el título sino el doblete con marcas de 3:35.69 y 3:35.92. Por detrás, Olmedo fue recogiendo cadáveres pero no pudo doblegar al estadounidense Matthew Centrowitz, que arrancó en la curva con un metro de ventaja sobre el español y conservó la distancia hasta el final (3:36.08). El español se quedó a 23 centésimas del bronce.

Antes, Jesús Ángel García Bragado batió el récord masculino de participaciones en unos Mundiales pero una tarjeta roja cortó su progresión en la prueba de 50 kilómetros marcha y no pudo terminar, descalificado por los jueces, su último campeonato del mundo. Campeón en Stuttgart'93, medallista de plata en Atenas'97 y Edomonton 2001, y de bronce en Berlín 2009, García Bragado corrió la misma suerte que Mikel Odriozola y casi al mismo tiempo. Ambos fueron descalificados cuando el madrileño pasaba por el km.36 y el donostiarra por el 34.

La victoria fue para Sergey Bakulin, medallista de bronce en los Europeos de Barcelona 2010, que dio el salto al título mundial de la marcha larga al completar la impecable cosecha rusa en Daegu (tres oros de tres) con su victoria en los 50 kilómetros.