Delitos no, ¿y dopaje?

Xurxo Fernández Fernández
x. fernández REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

Un auto exime a Marta Domínguez de toda responsabilidad penal, pero la propia jueza pone de manifiesto su sospecha de que la atleta consumiera sustancias prohibidas

24 nov 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Marta Domínguez (Palencia, 1975) concedió una entrevista a principios de mes para hablar de su otra carrera, la que el domingo la llevó al Senado con la bandera del PP. Sorteó los detalles sobre la trama de dopaje, pero reconoció que, de momento, practica sin tutela: «César Pérez no puede entrenarme porque sigue imputado en el caso».

El detalle no es menor. Si el preparador sigue bajo sospecha es porque el auto judicial refiere «la indiciaria prescripción y suministro a Marta Domínguez de un conjunto de sustancias, entre otras hormona de crecimiento y epo, conforme a un plan de dopaje cíclico de cuarenta días que debía terminar nueve días antes de las competiciones».

La jueza Mercedes Pérez Barrios ha limpiado de causas penales el historial de la palentina. Ni siquiera ha dejado en pie la posibilidad de un delito fiscal, reducido a «reprochable infracción tributaria», en el escrito de la magistrada. Pero el documento que liquida la operación Galgo no despeja las dudas sobre el posible consumo de sustancias prohibidas. Más bien al contrario, hay ciertos párrafos que promueven la sospecha.

diferencia de ámbitos

El auto exime de responsabilidad penal, pero no deportiva

La polémica Pérez Barrios -cuyas sentencias ya dejaron huella cuando ejercía de jueza de vigilancia penitenciaria- establece en su auto que «lo que se pone de manifiesto son las sospechas de que Marta Domínguez fuese consumidora de sustancias prohibidas en el deporte, lo que daría lugar a una sanción en dicho ámbito, pero nunca a una imputación penal». Sobre esta base, la togada acaba por anular las escuchas de la Guardia Civil, una de las piezas fundamentales en el caso. La resolución invitaría al menos a una investigación en el ámbito deportivo, pero esta no se ha llevado a cabo.

el entrenador

César Pérez sigue imputado

En las mencionadas escuchas abundaba el lenguaje de doble sentido y tenían como protagonistas a dos atletas (Alberto Martín y la propia Domínguez) y a un técnico, el preparador César Pérez.

El entrenador de la campeona mundial ya había sido señalado con anterioridad (aunque nunca acusado formalmente) y, según apuntó alguno de sus compañeros tras las primeras detenciones, se le conocía como «el camello de la Blume» (la prestigiosa residencia para deportistas de Madrid).

Pérez aparece constantemente vinculado al médico Eufemiano Fuentes, imputado además en la operación Puerto y para el que ayer se conoció que la Fiscalía solicitará dos años de prisión por su participación en la supuesta red de dopaje sanguíneo en el ciclismo.

En las conversaciones que implicaban al entrenador en la trama Galgo, según recogió en su momento el diario El País, la atleta le pedía distintos tipos de pendientes, que, en opinión de los investigadores, corresponderían a diferentes sustancias dopantes. Si eran de oro, trembolon, si eran de platino, AMTH-2, similar a la testosterona.

Semejante conferencia motivó la intervención de la Guardia Civil, que interceptó el coche de Pérez en su camino hacia Palencia y encontró distintos medicamentos en su interior. Entre ellos, dos ampollas de AMTH-2 que fueron remitidas al laboratorio para su análisis. Sin embargo, la jueza anuló este procedimiento por un fallo en la cadena de custodia de uno de los viales.

Pese a ello, tanta pista parece haber sido suficiente para que la magistrada mantenga la imputación del técnico por «la indiciaria prescripción y suministro a Marta Domínguez de un conjunto de sustancias» dopantes.

giro en la investigación

Los sospechosos son ahora los guardias civiles

Tras ir desmontando todas las pruebas contra Marta Domínguez, la jueza ha concluido su intervención encargando investigar a los guardias civiles que participaron en la operación contra la nueva senadora del PP.

Pérez Barrios ha arrojado dudas sobre una posible manipulación de indicios por parte de los agentes y se ha apresurado a aclarar al Ministerio Fiscal que no cabe recurso alguno contra la resolución que exculpa a la palentina. «No hay ninguna prueba contra mí», clamaba en su última entrevista la campeona. Tampoco sobran argumentos que limpien su nombre.