El suizo sufre para rematar a Tsonga y fijar otro récord con su sexto torneo de maestros
28 nov 2011 . Actualizado a las 06:00 h.Larga vida a Roger Federer, que a los 30 años sigue vigente. Larga vida tiene el tenis plástico, el juego variado, el ataque, el saber estar del suizo, que termina la temporada más fresco y en mejor forma que cualquiera de sus jóvenes rivales. Invicto cierra en Londres el torneo de maestros, que gana por sexta vez, fijando otro récord en su rutilante palmarés. Gana esta vez a un Jo-Wilfred Tsonga al que tardó en rematar, pues desperdició una bola de set en el segundo antes de rehacerse del susto y vencer por 6-3, 6-7(6) y 6-3. La leyenda continúa para un deportista que también guarda en su casa los trofeos de seis Wimbledon, cinco US Open, cuatro Abiertos de Australia y un Roland Garros.
Las caras del genio
Todas las aristas de Roger Federer afloran en su final número 100. El jugador que controla el partido y consigue un break que le resulta más que suficiente en el primer set; y también el genio disperso que deja vivo al rival cuando lo domina en el segundo y sirve con 5-4 a su favor en el tie-break. Pero siempre un jugador genial capaz de sorprender desde cualquier parte de la pista.
Federer y Tsonga llevan un año 2011 marcado por partidos dramáticos, cuyo recuerdo saldrá a relucir en varios instantes del partido por el título. El arranque parece prolongar el extraordinario momento de forma que vive el suizo y evoca sus recientes triunfos en la final de París-Bercy y en el encuentro que inauguró el torneo de maestros, justo una semana antes, en el O2 de Londres.
Porque Federer juega y controla el partido, ante un Tsonga que busca el ataque como fórmula para conseguir la sorpresa. Con 4-3, el suizo rompe el servicio del rival y se lanza a por el primer set. El partido se le pone de cara ante un rival atrevido, pero al que no le salen las cuentas entre aciertos y errores.
La reacción inesperada
Manda luego Federer por 4-2 y tiene ventajas para hacer más sangre, pero surge la figura inmensa de Tsonga al resto para ganarse algo más de vida, para equilibrar poco a poco el encuentro. A medida que la final se iguala, decrece el porcentaje de primeros servicios del suizo (61% en el set inicial, 49% en el segundo y un inquietante 33% en algunas fases del tercero).
En el tie-break, Federer vuelve a dejar vivo a un rival que tuvo casi derrotado. Sirvió con 5-4 a su favor, restó con 6-5 en un punto de set que supo levantar Tsonga. Pero prolongó la pelea. Asomaba entonces el recuerdo del partido de cuartos del último Wimbledon, cuando el francés levantó dos mangas en contra hasta abatir al suizo en su terreno.
En la final número 100 de su carrera, Federer se rehizo para remontar el partido. Supera las cinco Copas Masters de Pete Sampras e Ivan Lendl, Resurge de cara a un 2012 apasionante.