Los éxitos deportivos y las recientes operaciones desatan acusaciones en el extranjero
02 dic 2011 . Actualizado a las 06:00 h.El penúltimo fue Yannick Noah, al que el prestigioso rotativo Le Monde aplaudió por «decir en alto lo que la gente no se atreve a decir en bajo». Eso que algunos callan, según el diario galo y su articulista y extenista, es que tras los éxitos españoles se esconde una «poción mágica» donde flotan sustancias prohibidas. Teoría que sistemáticamente resucitan (casi siempre, desde el país vecino) intentando enturbiar el gran momento de selecciones y deportistas en un buen número de disciplinas. La Agencia Mundial Antidopaje fue la primera en responder a las acusaciones de Noah, otorgando a España la calificación de máximo cumplimiento de su código contra el dopaje. Sin embargo, las críticas no cesan y no faltan motivos para entenderlas. Empezando por la envidia.
los éxitos continuos
España vive su momento más dulce
Las selecciones lo ganan todo. La de fútbol es la actual campeona de Europa y del mundo. La de baloncesto revalidó este año el trono continental y fue plata en los Juegos de Pekín. La de balonmano se trajo el bronce del Europeo y la de fútbol sala fue segunda en la competición planetaria del 2008 y primera en la continental, en el 2010. La de hockey hierba también se colgó medalla (de plata) en la última cita olímpica. Las chicas amarraron un bronce en el último mundial de baloncesto.
Al deporte colectivo se suman los importantes éxitos individuales, personificados en Rafa Nadal o David Ferrer (tenis); Alberto Contador o Juanjo Cobo (ciclismo); Jorge Lorenzo, Marc Marquez o Nico Terol (motociclismo); Fernando Alonso (automovilismo) y un puñado de atletas y luchadores de distintas modalidades.
Una bonanza nunca antes vivida en España y que ha despertado envidias y suspicacias fuera del país.
operación puerto
Mucho ruido, ninguna nuez
El 23 de mayo del 2006 tomó forma la mayor operación contra el dopaje desarrollada en España. Llovieron las detenciones y se vincularon al consumo de sustancias prohibidas a deportistas de distintas disciplinas. El informe final de la Guardia Civil solo recogía, sin embargo, el nombre de 58 ciclistas. Y estos ni siquiera recibieron sanción. El vetusto Código Penal no recogía castigo alguno para el dopaje y solo siete personas, entre médicos y directores deportivos, fueron encausados por un delito contra la salud pública (se enfrentan a una petición de la Fiscalía de dos años de cárcel por cabeza).
Por si fuera poco, el juez se negó a facilitar ninguna prueba recabada a organismos como la Agencia Mundial Antidopaje y la Unión Ciclista Internacional. La situación provocó el enfado de varias instituciones deportivas y la reacción de países como Italia o Alemania, que abrieron investigaciones paralelas. Estas motivaron sanciones (la más importante, la de Iván Basso, suspendido por dos años) y la revelación de varios detalles sobre el comportamiento de la red de dopaje. La actuación de España quedó en entredicho.
operación galgo
Un auto para la suspicacia
«Lo que se pone de manifiesto son las sospechas de que Marta Domínguez fuese consumidora de sustancias prohibidas en el deporte, lo que daría lugar a una sanción en dicho ámbito, pero nunca a una imputación penal». La atleta palentina quedó libre de cargos, pero no de sospechas, después de la aparición del auto de la jueza encargada de dictar sentencia sobre la operación Galgo.
La Guardia Civil volvió a sacudir al mundo del deporte hace un año, cuando detuvo a la medallista y a médicos y entrenadores, sospechosos de pertenecer a una red de tráfico de sustancias prohibidas. Una vez más, los principales imputados han quedado sin castigo pese a que la magistrada Mercedes Pérez Barrios ha jalonado sus conclusiones de dudas sobre el comportamiento de la deportista. El caso adquirió también una vertiente política por la proximidad de Domínguez al PP (obtuvo el puesto de senadora en las últimas elecciones).
el caso contador
Insólita defensa de Zapatero
Y si Domínguez encontró el respaldo del Partido Popular, hubo otros que lo tuvieron de las más altas instancias. «No hay ninguna razón jurídica para sancionar a Contador». El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se posicionaba así a través de la red social Twitter a favor del ciclista, que había dado positivo por clembuterol.
Cuatro días después de ese mensaje, que provocó las críticas de la UCI, el Comité de Competición absolvió al madrileño. Los organismos internacionales no dieron por buena la decisión y ahora el Tribunal de Arbitraje debe decidir sobre la posible sanción para el último caso que ha puesto en duda la pureza de los éxitos españoles.
análisis el dopaje