El Deportivo eliminó a los catalanes en el año 2002 para acabar protagonizando el «Centenariazo».
25 ene 2012 . Actualizado a las 18:29 h.La proeza del Mirandés al clasificarse para las semifinales de la Copa del Rey tras eliminar al Espanyol tiene como anterior referente al Figueres, que en 2002 llegó a esa misma ronda, pero que pocos años después tuvo que refundarse para sobrevivir.
Los éxitos deportivos tienen poca memoria y actualmente aquel equipo gerundense que deslumbró en la Copa, eliminando incluso al Barcelona, milita en la Primera División Catalana, dos categorías por debajo de la Segunda B.
Pero la historia fue mucho más cruel para el club y los aficionados del Figueres. Uno de sus momentos de mayor esplendor llegó en la edición de la Copa del 2002, cuando se quedaron en la penúltima ronda de la competición.
El equipo que dirigía Pere Gratacós, actualmente trabajando para el FC Barcelona, dejó en la cuneta al Teruel, al Barça, a Osasuna, Novelda y Córdoba, en un camino mágico y triunfante en el que despachó a dos primeras.
Especialmente recordada fue la eliminatoria contra los azulgranas -a partido único en Vilatenim-, en un encuentro que decidió un gol de Kali Garrido en la prórroga ante jugadores como Puyol, Xavi, Saviola o Motta.
En semifinales, el Figueres despertó del sueño contra el Deportivo, que se impuso en la ida por 0-1 con un tocanozo de Diego Tristán, y consiguió un empate a 1 en la vuelta, con gol de José Manuel al comienzo del partido, que le dio finalmente el billete a la final. Riazor puso punto y final a la andadura de la Unió Esportiva Figueres en la Copa. El conjunto de Irureta acabó con el matagigantes. En la final, el Deportivo lograría su segunda Copa del Rey tras derrotar al Real Madrid en el Bernabéu, lo que dio nombre al famoso Centenariazo. El encuentro se disputó un 6 de marzo del 2002, varios meses antes de lo que venía siendo costumbre, para hacer coincidir el partido con el centésimo aniversario del Real Madrid. Pero el Dépor, que en teoría iba de acompañante al baile, acabó levantando el trofeo.
Deportivo Logroño
Para encontrar otra gesta del estilo, hay que remontarse hasta 1931. El Deportivo Logroñó, que por entonces militaba en la categoría de bronce del fútbol español, también alcanzó las semifinales tras eliminar a la Cultural Leonesa, al Valladolid y al Castellón. El club que despertó a los riojanos del sueño fue el Athletic, que sería el equipo que acabaría levantando el trofeo tras derrotar al Betis 3-1.