El Barça sobrevive a un gran Madrid

Antón Bruquetas REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

26 ene 2012 . Actualizado a las 06:00 h.

Otra versión del Real Madrid, valiente, decidida y terca sobre la portería rival rozó la remontada en el Camp Nou. Arrinconó al Barcelona como pocas veces se ha visto durante la era Guardiola. Mourinho eligió jugar al fútbol y, por lo visto ayer, en este arte los dos equipos no viven tan lejos como parecía.

Cuando los partidos se disputan entre dos grandes formaciones, los pequeños detalles son los que suelen definir el resultado. El Real Madrid dispuso de una oportunidad inmejorable para asustar al Barcelona y para creer en la remontada. Edificada en un error mayúsculo de Piqué que todavía no se había enterado del arranque. Dejó suelta una entrega de Alves y habilitó a Higuaín solo ante Pinto. El disparo del argentino salió incomprensiblemente hacia el banderín de córner.

Podría haberle pesado al equipo de Mourinho este descalabro del que debería ser su hombre más determinante. Pero el Real Madrid no dio tregua. Ahogó al Barcelona con un presión inagotable y dispuso de las mejores ocasiones. La más brillante, un recorte de Özil en tres cuartos de campo. El medio profundiza desde la izquierda hacia el centro y su disparo lo repele, con Pinto ya batido, la madera. No se desanimó el aspirante a conquistar el Camp Nou. Incidió en su propuesta ofensiva propulsado por las arrancadas de Kaká y el impulso de Cristiano. El Barça de verdad solo asomaba en retales de su traje habitual: combinaciones de tres y cuatro futbolistas a un solo toque, mezclas que desmontan defensas.

Nadie se sentía defraudado. Intensidad en estado puro. Y entonces, exhausto por el despliegue que no le había reportado réditos, el Real Madrid aflojó un punto. Justo lo necesario para que los de Guardiola dibujasen en su mejor lienzo. Messi, a la contra, quién lo podría pronosticar, atrajo la atención de los centrales blancos y asistió a Pedro que, en posición dudosa, culminó la acción. Y ya en el tiempo añadido el Barcelona encontró petróleo en un saque de esquina. Alves enganchó un latigazo ante el que nada pudo hacer el capitán de la selección española. Quizás demasiado botín para los merecimientos de los dos equipos.

La pausa no cambió la fisionomía del choque. Quizás el Barcelona se adormeció y eso dio oxígeno al Real Madrid que empezó, poco a poco, a crecerse y entonces empezó el conjunto de Guardiola a dudar. Özil, siempre excelso durante todo el partido, alumbró el peligro de los blancos. El refresco de Callejón y Granero descosió a los locales. Y el alemán incidió sobre la entrada de Cristiano que ante Pinto definió como una verdadero crac. Amagó, lo dejó sentado sobre la hierba y alojó el esférico en la red.

El gol animó al Madrid que siguió desafiando al Barça. Y surgió Benzema para realizar un sombrero a Puyol y poner a temblar el corazón de los barcelonistas. A partir de ese momento, los de Guardiola fueron un flan. Hasta el Camp Nou se silenció y un desconocido Barcelona empezó a perder tiempo, a rifar el balón, algo insólito en la era reciente del club catalán. La falta de aliento privó al Madrid de la proeza.

Goles: 1-0, min 43: Pedro; 2-0, min 47: Alves; 2-1, min 68: Cristiano; 2-2, min 71: Benzema;

Árbitro: Teixeira Vitienes (Colegio Cántabro) amonestó con tarjeta amarilla a Lass, Messi, Cristiano, Coentrao, Granero, Pepe, y con roja a Ramos, por doble amarilla.

Incidentes: Partido de vuelta de los cuartos de final de la Copa del Rey disputado en el Camp Nou ante 98.000 espectadores.

Pinto; Alves, Piqué, Puyol, Abidal; Xavi, Busquets, Iniesta (Pedro, 29); Messi, Fábregas (Tiago, 69) y Alexis (Mascherano, 78)

Casillas; Arbeloa, Pepe, Ramos, Coentrao; Lass (Granero, 51), Xabi Alonso; Özil, Kaká (Callejón, 60), Cristiano; Higuaín (Benzema, 60)