El Madrid entra cómodamente en cuartos de la Champions tras golear al CSKa de moscú

Colpisa

DEPORTES

Zipi

El equipo de Mourinho, pese a ciertos despistes defensivos, golea a los rusos

15 mar 2012 . Actualizado a las 01:28 h.

No fue el Madrid alegre y avasallador de otros duelos en su fortín del Bernabéu pero sí igual de práctico y contundente. Superó a un CSKA falto de fútbol y de fe, y el viernes será uno de los grandes rivales a evitar por todos en el sorteo de cuartos. Mourinho no planteó un partido al ataque total. Más bien, trató de nadar y guardar la ropa. Estaba clasificado ya con el empate inicial y la primera consigna era que sus jugadores estuvieran serios, concentrados y pendientes al máximo de evitar los contragolpes rusos. Por eso, no fue un Madrid desbordante.

Los defensas blancos acompañaban menos que en otras ocasiones pero esa obsesión por no asumir riesgos y quedarse atrás provocó un efecto bumerán en los primeros minutos. Era un Madrid encorsetado, respetuoso al máximo de un CSKA que se maneja mejor como visitante que de local. Prueba de ello es que en la fase de grupos empató en feudos del Lille y del Trabzonspor y ganó al Inter en San Siro. Pero Chamartín es otra historia.

Beneficiados por ese cartel de víctimas, los moscovitas se plantaron sin agobios ni presiones. Adelantaron la defensa y salieron rápidos en la menor opción. Dieron un susto enorme a los siete minutos. Dzagoev mostró su clase, pasó en diagonal a Doumbia y menos mal que el disparo del marfileño se marchó alto. Un aviso que espoleó a esos hinchas rusos que, con el torso desnudo, se dejaban ver en las gradas. E hizo que Mourinho sacase su libreta para anotar. Algo no le gustaba. Sus hombres parecían acarajotados y apenas inquietaban a Chepchugov.

Había bastante inquietud en un estadio lejos del lleno hasta que una acción genial derribó a los rusos, que por vez primera fallaron al tirar el fuera de juego en su misma área. Combinación fugaz entre Özil, Khedira, Kaká y remate del oportunista Higuaín. Hasta ese minuto 25, el punto de inflexión de la noche, el CSKA apenas había sufrido embestidas. Se hablaba más de un posible penalti por leve empujón a Özil y de los constantes resbalones de Cristiano que del juego en sí. Pocas cosas más ocurrieron hasta el descanso, excepción de una brillante combinación de regates del turco-alemán junto a la raya de cal y una internada del joven nigeriano Musa.

No gustó tampoco la actitud algo contemplativa con la que afrontó el Madrid la segunda mitad. Confiaba en ser capaz de tapar las vías a los rusos con al menos cinco jugadores siempre por detrás del balón y en sentenciar en acciones aisladas. Y el plan de Mou le salió de a la perfección, fruto de un misil lejano de Cristiano que hizo un extraño al portero y facilitó su error de bulto en el blocaje. Salió Benzema, felicitado por su técnico, y a la primera apuntilló al CSKA con el recurso de la puntera tras asociarse con Özil, al que entiende casi sin mirarse.

Hablan el mismo idioma futbolístico. El golazo de Tosic no generó nervios pero sí enfadó a Mourinho la relajación final. Cristiano, tras un regalo de Benzema, puso el lazo a la eliminatoria. Misión cumplida, aunque Xabi Alonso se perderá el primer asalto de cuartos por sanción.

1-0, min 35: Higuaín. 2-0, min 55: Cristiano Ronaldo. 3-0, min 69: Benzema. 3-1, min 77: Tosic. 4-1, min 93: Cristiano Ronaldo.

Real Madrid: Casillas; Arbeloa, Pepe, Sergio Ramos, Marcelo; Xabi Alonso, Khedira; Kaká (Granero, min 75), Özil (Lass, min 87), Cristiano; Higuaín (Benzema, min 68).

CSKA: Chepchugov; V. Berezutsky, Ignashevich, I. Berezutsky, Shchennikov; Wernbloom, Aldonin (Mamaev, min 46), Dzagoev, Tosic; Musa (Oliseh, min 59), Doumbia.

Árbitro: Stéphane Lannoy (Francia). Mostró amarilla a Chepchugov, V. Berezutski , Musa, Xabi Alonso -se pierde la ida de cuartos-, Mamaev.