Sin revulsivo a pesar del banquillo

p. g. a coruña / la voz

DEPORTES

Hasta el momento, el cambio de un defensa para continuar con una línea de tres, nunca ofreció el resultado esperado

29 abr 2012 . Actualizado a las 22:21 h.

Con el uno a cero en contra, no tardó en reaccionar José Luis Oltra desde el banquillo blanquiazul. Así, retiró a un mediocentro, Álex Bergantiños, para introducir a un delantero centro puro, Xisco, en el minuto 59.

Sin embargo, la acumulación de hombres en la línea más adelantada del juego deportivista no sirvió para modificar el resultado. Antes al contrario, el hecho de retrasar a Juan Carlos Valerón tuvo como efecto inmediato la ausencia de balón con sensación de peligro real en el área rival.

De nuevo apuntó hacia adelante el entrenador del Deportivo y retiró a un Salomao que no estaba teniendo su mejor actuación, sobre todo en las colaboraciones defensivas, para introducir a un fresco Saúl. Otra vez, el efecto inmediato no fue el esperado y la banda izquierda del ataque coruñés se cargó de futbolistas dispuestos a servir balones a las cercanías de la meta defendida por Esteban. Y no solo lo conseguían en contadas ocasiones, sino que cuando lo lograban, las asistencias no encontraban rematador claro.

No es la primera vez que Oltra rompe el equilibrio del equipo en busca de una remontada. Hasta el momento, el cambio de un defensa para continuar con una línea de tres, nunca ofreció el resultado esperado. En Alcoy incluso llegó a retirar a dos zagueros con un 1-0 en el marcador y en lugar del empate, lo que llegó fue el 2-0 provocado por un desajuste defensivo.

En Cartagena acumuló hombres de ataque y llegó a formar con tres delanteros (dos ya lo hacían desde el inicio, Lassad y Riki) al introducir a veinte minutos del final a Bodipo con 2-1 en el marcador, que no se movió.

Y ayer optó por retrasar la posición de Valerón al retirar del campo a Álex Bergantiños. El grancanario no aporta lo mismo tan alejado del área rival y se diluyó en el mediocentro. La misma situación se produjo cuando el Deportivo empataba a un gol contra el Nástic de Tarragona. Bergantiños salió del campo y el que entró fue Xisco. El delantero, demasiado alejado de su socio Valerón, no recibió las habituales asistencias del canario, que son goles a medias. Ayer la historia se repitió y la remontada no se produjo.