Gran Bretaña firma la segunda mejor actuación de su historia, solo por detrás de Londres 1908
13 ago 2012 . Actualizado a las 11:30 h.Los Juegos Olímpicos de Londres coronaron a los de casi siempre. Estados Unidos ha vuelto a ser el país con más medallas de oro en una edición olímpica. En realidad, solo en once de las veintisiete citas de la era moderna ha dejado de serlo. En esta ocasión, los norteamericanos han superado el centenar de metales, entre los que hay cuarenta y seis oros, una cifra que supone el tercer mejor registro de su historia. Estados Unidos todavía conserva el récord de 83 victorias logrado en Los Angeles 1984. Ochenta años antes, en San Luis, firmó 78 oros.
La natación fue la piedra angular sobre la que se sostuvo la actuación de los norteamericanos en la capital británica. Es en la piscina donde protagonizaron momentos para la historia. Nadie ha alcanzado los seis metales de Michael Phelps, Missy Franklin y Allison Schmitt. Los dos primeros lideran la clasificación en función de las victorias logradas (cuatro). Schmitt tiene tres, las mismos que Dana Vollmer, Felix Allyson y Usain Bolt. Entre los diez mejores deportistas de estos Juegos Olímpicos solo hay dos atletas (Bolt y Allyson) y solo un participante no estadounidense (el velocista jamaicano ya es el mejor de la historia tras vencer en los 100 y 200 metros y en los relevos de 4x100).
China ha experimentado un retroceso con respecto a los que organizó en Pekín hace cuatro años, pero dominó la gimnasia, los saltos, el bádminton y el tenis de mesa. Su gran esperanza de futuro es Ye Shiwen, una nadadora de 16 años que récord del mundo de los 400 metros estilos.
Fueron tres semanas en las que África ha decepcionado en el mediofondo y el fondo, pero en las que ha encandilado con atletas como el keniata David Rudisha, que pulverizó el récord del mundo de 800 metros. O en las que la rusa Isinbayeba fue destronada en el salto con pértiga. Aspiraba a su tercer oro, pero se conformó con el bronce.
Los anfitriones
Los Juegos londinenses tuvieron un marcado carácter anglosajón, ya que Gran Bretaña se coló entre las grandes potencias para terminar en un sorprendente tercer puesto en el medallero. Los británicos se sienten cómodos compitiendo como anfitriones. Las 29 preseas doradas que reunieron son todo un hito, pues desde que obtuvieron 55 en 1908 (por cierto, en el mismo escenario: Londres) experimentaron una auténtica travesía del desierto en la que en contadas ocasiones superaron la decena de medallas de oro.
Los británicos se hicieron fuertes en ciclismo, remo, equitación, boxeo y atletismo. Sobre el tartán, uno de los rostros de estos Juegos. El de Mo Farah, un fondista de origen somalí que se ha situado a la altura de mitos como Zatopek, Viren o Bekele al vencer en los 5.000 y en los 10.000 metros.