Casi la mitad de los gallegos que acudieron a los Juegos regresan con una medalla
13 ago 2012 . Actualizado a las 17:48 h.La bandera con el escudo del cáliz y las siete cruces de las capitales del viejo Reino ondeó en Londres 2012. Porque Galicia prolonga su edad dorada en los Juegos Olímpicos. Su docena de deportistas completaron una actuación formidable. Si Pekín 2008 marcó un pico que parecía inalcanzable, la cita que terminó ayer dejó un balance muy similar y también sobresaliente. Basta decir que Galicia tiene la culpa del 25 por ciento de las medallas españolas en la capital inglesa. Basta decir que nunca antes cinco deportistas gallegos habían regresado a casa con el metal colgado del cuello (en Pekín ese honor correspondió a cuatro).
La vela volvió a proporcionar un título para los deportistas del país. Si en Pekín 2008 fueron Fernando Echávarri y Antón Paz los que ganaron el oro en tornado, en Londres 2012 se hicieron con el triunfo Sofía Toro y Támara Echegoyen, en un barco que completa la asturiana Ángela Pumariega.
El piragüismo volvió a brindar las alegrías que ya empiezan a ser habituales. Sin Carlos Pérez Riaz, Perucho, oro en China, al cangués David Cal logró otro hito. En Pekín había logrado dos platas, y en Londres consiguió el subcampeonato en C-1 1.000 tras un final demoledor que ya forma parte de la historia olímpica española, pues le convirtió en el único de sus deportistas con cinco medallas en los Juegos.
El triatlón había dado tres diplomas hasta el 2012. Por fin llegó la medalla. En la prueba más grande de todos los tiempos, enloquecida desde la primera brazada, lanzada en bici por un ejército de gregarios del equipo inglés y decidida en la carrera pedestre, el ferrolano Javier Gómez Noya logró la plata, la única muesca que faltaba en su palmarés.
El bronce lo logró la viguesa Begoña Fernández, líder y clave de bóveda del equipo español de balonmano femenino. Pero el balance no termina en las medallas. Teresa Portela logró un cuarto puesto amargo por su potencial, pero le concede otro diploma a su inmenso palmarés, con cuatro participaciones olímpicas. Las promesas también pidieron paso cumpliendo objetivos. La nadadora Bea Gómez fue la segunda más joven en la semifinal de los 200 metros estilos, y la ferrolana Iria Grandal se metió entre las 32 mejores de la prueba de tiro con arco, solo eliminada en la flecha de desempate por una campeona olímpica por equipos, Hyenonju Choi.
Alessandra Aguilar bajó de las dos horas y media y terminó en el puesto 26 en un maratón exigentísimo, mientras que Vanessa Veiga, en su segunda aventura en la mítica distancia, acabó en la posición número 93,
Completaron la actuación gallega el ciclista José Antonio Hermida, y Diego Mariño, al que no cabe imputarle ningún tipo de responsabilidad en el inesperado fracaso español en fútbol, pues no llegó a debutar.