Diamantes pulidos en Europa

Ana Carro / Pablo Gómez A CORUÑA / LA VOZ

DEPORTES

VÍTOR MEJUTO

Los coruñeses César Carballeira, Ignacio Alabart y Adrián Candamio compartieron con los lectores de La Voz su Campeonato de Europa juvenil de hockey sobre patines

04 sep 2012 . Actualizado a las 13:09 h.

Tres medallas de oro para engrandecer el deporte gallego. Los liceístas César Carballeira y Adrián Candamio; y el ahora barcelonista Ignacio Alabart (formado en el Compañía de María) compartieron con los lectores de La Voz su hito: un Campeonato de Europa juvenil de hockey con marcado acento coruñés. El título obliga a la memoria a un inevitable repaso en el que surgen nombres como los de Juan Copa y Pablo Cancela, capitanes de antaño. Carballeira recogía su testigo de la mejor manera posible.

El simbolismo parece intensificarse cuando aparece en escena un stick que también fue campeón un cuarto de siglo atrás. Corresponde a Francisco Alabart (exjugador del Liceo campeón de todo), uno de los padres de los tres campeones europeos (junto a José Carballeira y Antonio Candamio).

De pronto se acumulan grandes dosis de emociones generadas sobre los patines de unos jóvenes jugadores de tan solo 16 años. Las perlas del hockey gallego, de la mano de Catxo Ordeig.

El escenario fue Ploufragan, una pequeña localidad francesa por donde los coruñeses paseaban por la mañana y disfrutaban del hockey por la tarde. El pabellón galo se llenaba día tras día para animar y ovacionar a los héroes del stick. Los nueve goles de Alabart, los siete tantos de Carballeira y la importante aportación de Candamio hicieron que el combinado nacional derrotase a la propia anfitriona en la final. La clave: mucha concentración.

«Estaban tan concentrados que ni nos saludaban, nos teníamos que contentar con un mínimo gesto con la mano», recuerdan los padres de los campeones, José Carballeira, Francisco Alabart y Antonio Candamio, que acompañaron a sus hijos en esta gesta.

Desde 1.500 kilómetros de distancia, los ahora campeones de Europa recibían palabras de aliento para afrontar el reto. «Nos escribían por Twitter para desearnos suerte y se enteraban de todos los resultados desde aquí», explica Adrián Candamio que considera que las nuevas tecnologías pueden llegar a ser «un gran apoyo».

Sin presión

Los jugadores se calzaban los patines y solo pensaban «en jugar», según comenta el capitán de la selección, César Carballeira, ya bicampeón europeo. «No había presión, teníamos que trabajar y tomar esto como un premio». Un galardón con dedicatoria. «A nuestro padres», espetan los tres al unísono. «Y también a esas personas, sobre todo profesores, que nos metieron el gusanillo de este deporte», añaden.

Catxo Ordeig, el seleccionador nacional, también tuvo un papel muy importante en la competición. «Fue una gran ayuda, nos pedía la máxima intensidad y así vas cogiendo ritmo y acabas ganando», aclara Alabart quien sigue los pasos de su padre en el mundo del hockey. «Él me aconseja», matiza. «La verdad es que no me hace mucho caso», bromea el progenitor.

Acaban de poner los pies en la tierra, con un Europeo bajo el brazo pero los tres coruñeses no piensan en las vacaciones y ya quieren unirse a sus respectivos equipos para comenzar la pretemporada. Candamio y Carballeira, del Liceo, tienen «ganas de ver a los compañeros y entrenar con ellos». Mientras que Ignacio Alabart viajará a Barcelona para seguir formándose en La Masía. «Ya conozco a todos allí y me apetece muchísimo jugar», añade entusiasmado.