Pasarón: pasado, presente y futuro

Aleixandre Méndez
ÁLex Méndez PONTEVEDRA / LA VOZ

DEPORTES

CEDIDA

El partido de la selección española inaugurará oficialmente el nuevo estadio pontevedrés

06 sep 2012 . Actualizado a las 18:58 h.

Mañana, cuando el balón comience a rodar sobre el césped de Pasarón, Pontevedra estará viviendo un día para recordar por dos motivos: por un lado, será la primera vez que la selección española de fútbol dispute un partido a orillas del Lérez; y por otro, la ciudad verá al fin terminado el estadio más moderno de la provincia, en el que la afición granate aspira a reverdecer los capítulos más gloriosos de su historia en los próximos años.

Desde su nacimiento a principios de los años 40, la trayectoria del Pontevedra solo puede entenderse ligada a Pasarón. Allí disputó el club granate su primer partido amistoso frente al Celta un 28 de diciembre de 1941, en un terreno de juego sin gradas sobre el que, con los años, se iría construyendo la historia de unos de los clubes de fútbol con más solera de Galicia.

Poco después, el 1 de marzo de 1942, el equipo pontevedrés haría su debut en competición oficial, iniciando una larga andadura salpicada de grandes hitos deportivos que ha llegado hasta el presente. Tras varios años luchando en categorías menores, a finales de esa década comenzó el despegue de una entidad que ya empezaba a llamar a las puertas de la Segunda División de la época.

Los años 50 fueron un período de vaivenes para un Pontevedra que intercaló éxitos y decepciones, pero el final de esa década dio paso a una de las épocas más gloriosas de la entidad granate. El ascenso a Segunda División al término de la temporada 59-60 obligó al club a plantearse la necesidad de adecuar sus instalaciones a la nueva categoría. Antes del comienzo del nuevo curso, se celebró una asamblea de socios en la que se acordó que el doctor Miguel Domínguez asumiese la presidencia que, hasta ese momento, ostentaba Ángel Agrasar. El galeno pontevedrés aceptó el reto, con la condición de que su mandato solo se prolongaría hasta que se llevase a cabo la reforma de las instalaciones de Pasarón.

El principal problema para abordar esta obra radicaba en la falta de liquidez del Ayuntamiento, que acababa de asumir la titularidad de los terrenos, para ponerla en marcha. Pero fue entonces cuando medio centenar de industriales de la ciudad dieron un paso adelante avalando un crédito para financiar una obra que se completó en solo 28 días.

Tres años después, el ascenso a Primera División llevó al club a dar un nuevo paso adelante para contar con un estadio a su medida. El doctor Domínguez, cumpliendo su promesa, dejó la presidencia en favor de Miguel Otero, quien asumiría el reto ese mismo año de techar la grada de Preferencia y dotar el campo de instalación eléctrica en 1966, durante la época del Pontevedra del Hai que roelo en Primera División, proporcionándole el aspecto que luciría, con pequeños retoques, durante las siguientes cuatro décadas.

La culminación de un sueño

El descenso a Segunda División en el verano de 1970, tras cinco años consecutivos en la élite del fútbol nacional, dio paso a casi 35 años en los que el barco granate navegó principalmente entre la Segunda B e, incluso, pasó algunas temporadas en Tercera. Pero en el curso 2003-04, el ascenso a Segunda reverdeció la ilusión por ver al Pontevedra de nuevo entre los más grandes, para lo que se acordó la construcción de un nuevo estadio que aspiraba a convertirse en el más moderno de la provincia.

Todavía hubo que esperar hasta el verano del 2006 para el inicio de unas obras que se prolongarían más de cuatro años hasta alcanzar el aspecto actual. Así, en septiembre del 2010, el Pontevedra comenzó su, hasta el momento, última temporada en Segunda B en su flamante nuevo estadio, que se convertía en la envidia de la categoría, aún cuando le restaban algunos detalles para lucir plenamente.

Dos años después, con el equipo granate inmerso en el infierno de la Tercera, la visita de la selección campeona de Europa y del Mundo servirá para inaugurar oficialmente el nuevo Pasarón. Será el punto de partida para una nueva era en la que el Pontevedra aspira a resurgir de sus cenizas y escribir nuevas páginas gloriosas codeándose con la élite del fútbol español en su flamante nuevo estadio.

El nuevo feudo granate es hoy el estadio más moderno de la provincia