En busca del rol de Juan Domínguez

p. b. a coruña / la voz

DEPORTES

26 sep 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Al margen de que el marcador no se movió más que al final del partido, el Dépor dejó dudas frente al Sevilla. Para jugar contra el equipo de Navas, el mejor extremo del fútbol español, el Dépor olvidó las bandas. Pizzi apenas apareció y se quedó a medio camino de todo: ni atacó con la decisión habitual, ni defendió con criterio. A su espalda, Evaldo quedó abocado a las ayudas de Abel Aguilar, quien se multiplicó, mientras por delante, al Dépor le faltó un factor de desequilibrio que se había revelado vital en Valencia, pero que el lunes no apareció. Por la derecha, Bruno Gama regresó a su versión cuentagotas. Es aquella que lo caracterizó la pasada temporada, cuando de la misma manera que decantaba un partido por su carácter vertical y su acierto goleador (acabó la Liga pasada en Segunda con siete goles, todos en los cinco últimos meses de competición), en otros se ausentaba sin razón aparente. Tras una gran pretemporada, quizá la lesión que padeció en este arranque de temporada, aunque no le impidió formar en la alineación, sí que le haya robado un punto de velocidad y claridad de ideas.

Con el juego por las bandas en su perfil más bajo, sigue revelándose como un misterio la labor de Juan Domínguez en el centro del campo. Al margen de alternarse con Abel Aguilar como guardaespaldas del equipo, ni siquiera él mismo parece tener claro su rol sobre el campo. Posicionado entre el mediocentro y la mediapunta, su principal misión frente al Sevilla consistió en despistar a los pivotes rivales para que se olvidasen de que a su espalda maniobraba un tal Valerón. Asegura la posesión y gracias a su zancada el equipo avanza muchos metros cuando lleva el balón pegado al pie, pero hace tiempo que no mete en aprieto alguno al rival. Su juego resulta insulso y sin mordiente, como coartado desde que regresó a Primera División. Quizá la movilidad de André Santos y su disparo de larga distancia encajen mejor en ese papel de acompañante de Aguilar y Valerón en el eje deportivista.