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El gallego Diego Castro marcó el lunes ante el Mallorca su primer gol en la temporada. Un gol que a la postre le sirvió a su equipo, el Getafe, para sumar una nueva victoria en Liga que lo acomoda en la parte media de la tabla.
Pero el de el lunes no fue un gol más. Fue un gol con dedicatoria, con nombre propio. El de Manolo Preciado. El técnico cántabro que falleció el pasado junio y con el que Diego Castro tenía un vínculo especial.
Preciado y Diego Castro coincidieron en el Sporting de Gijón durante cinco campañas. Un lustro en el que ambos forjaron una amistad basada en el respeto. El centrocampista, nada más fichar por el club madrileño, hablaba del técnico cántabro como «un entrenador que exigía bastante y era un gran motivador».
Por eso el lunes no se quiso olvidar de él. El gallego batió con pierna derecha a Aouate y echó a correr hacia la banda. Se quitó la camiseta para mostrar otra con la cara de Preciado, levantó las dos manos hacia el cielo y esperó a que desde arriba le llegase su aprobación.
El gesto le valió una amarilla, pero al centrocampista no le importó. Y seguro que a Preciado tampoco. «Sabía que iba a ser amarilla. Era consciente, pero me da igual y el entrenador sabía que lo iba a hacer. Si por lo que sea no me quitan la amarilla, es la amarilla que mejor me ha sentado en mi vida», afirmó Diego Castro.
Un gol con dedicatoria y que además vale una victoria. Uno más que se añade a su cuenta personal, que con 27 dianas lo convierten en el centrocampista con más goles en Liga en las cuatro últimas temporadas, superando los números de jugadores de la talla de Kaká (20) o Santi Cazorla (19).
Números de récord
Diego Castro ha dejado en un segundo plano su labor de asistente para convertirse en un jugador clave en las labores ofensivas del equipo, y su entrenador, Luis García trata de sacarle el mayor rendimiento posible. En las seis jornadas de Liga que se han disputado hasta el momento, el gallego ha sido titlar en todos los encuentros a excepción del que los llevó hasta tierras coruñesas para enfrentarse al Deportivo, y que terminó con empate a unos.
El jugador se muestra orgulloso de su nueva faceta: «A medida que he ido creciendo en mi carrera futbolística me he ido acercando más al gol», afirma y se lo agradece a los entrenadores que ha pasado por su vida y le han aportado algo. Y gran parte de la culpa, la tiene Manolo Preciado.