Las desavenencias entre el técnico y el entrenador parecen no cesar desde la suplencia de Ramos ante el Manchester City
02 oct 2012 . Actualizado a las 19:37 h.El Barcelona le saca ocho puntos de ventaja y lo espera el domingo en el Camp Nou buscando ampliar esa diferencia a 11, pero la preocupación en el Real Madrid pasa por otro lado, el evidente y cada vez más público choque entre el entrenador José Mourinho y una de sus figuras, el defensa Sergio Ramos.
El penúltimo capítulo de la saga Ramos vs. Mou se conoció este martes gracias a unas fotografías publicadas por el diario Marca. Son fotos del partido del domingo ante el Deportivo, ganado 5-1 por los blancos. En el descanso, Mesut Özil fue sustituido tras recibir varios reproches de Mourinho y Ramos se puso la camiseta del alemán bajo la suya, para exhibir en el caso de que logara marcar un gol. Marca mostró la fotografía en su primera plana acompañada del título «Desafío a Mou».
Desde hace días la prensa española asegura que la relación entre Ramos y Mourinho no atraviesa un buen momento, con un punto de quiebre hace dos semanas, cuando el técnico portugués dejó en el banquillo a Sergio Ramos en el partido de Liga de Campeones ante el Manchester City.
«No sé si mi suplencia fue un castigo o fue una cuestión técnica. La pregunta no es para mí. Lo único que puedo decir es que las cosas de familia las suelo resolver de puertas para dentro. No le importan a nadie. Lo que corre por mis venas es el Real Madrid y lo que pasa queda para mí», argumentó Ramos. Mourinho afirmó públicamente que Ramos es un defensa de primer nivel «cuando está centrado».
A raíz de la primera página de Marca, Ramos apareció raudo para publicar en las redes sociales que su relación con Mourinho es «buena, honesta y clara». Y añadió: «Respeto sus decisiones y es para mí el mejor entrenador».
Además, Ramos explicó que el hecho de llevar una camiseta de Özil bajo la suya en la segunda mitad del partido ante el Deportivo obedecía a una razón personal. «Mesut es un gran amigo y le dije hace tiempo que mi primer gol de la temporada sería para él y aprovechando su cambio me puse su camiseta confiando que podría ser mi primer gol. Nada más», concluyó.
El diario catalán Mundo Deportivo publicó que «el Chelsea pondría sobre la mesa 50 millones de euros (62,5 millones de dólares) para hacerse con los servicios de Sergio Ramos». Y añadió: «No a final de esta temporada, sino el próximo mes de enero, cuando se abre de nuevo el mercado de fichajes».
Lo que sí demostró Ramos es que no va a callarse. De hecho, es el único jugador del Real Madrid que habla con los medios después de cada partido. Lo hace desde su suplencia ante el Manchester City. Así, después del encuentro del domingo estuvo muy lejos de echarse atrás: «Mi conciencia la tengo muy tranquila cuando salto al campo, porque mi actitud siempre ha sido buena». Curiosamente, Mourinho renunció a hablar en la rueda de prensa posterior a ese choque y delegó el trabajo en su ayudante, Aitor Karanka.
Ramos no es sólo uno de los futbolistas más valiosos y carismáticos del equipo, sino que cuenta con el afecto de compañeros de la selección española como Iker Casillas, Álvaro Arbeloa o Raúl Albiol, así como del argentino Gonzalo Higuaín.
Parece que la guerra entre Sergio Ramos y Mourinho se ha desatado. Y los seguidores no saben por dónde tirar ya que el central español es uno de los jugadores más queridos por una hinchada que también adora al técnico portugués.