Odriozola, inmune al fracaso

Xosé Ramón Castro
x. r. castro REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

José María Odriozola lleva 24 años en el cargo de presidente de la federación.
José María Odriozola lleva 24 años en el cargo de presidente de la federación. juanjo martín < / span>efe< / span>

El atletismo español lo elige por séptima vez, pese a los malos resultados

17 dic 2012 . Actualizado a las 12:43 h.

José María Odriozola (Pontevedra, 1939) seguirá cuatro años más al frente de la Real Federación Española de Atletismo. Al tercer presidente más veterano de todas las federaciones no le han pasado factura los malos resultados ni el delicado momento que vive su deporte en España. Con el único movimiento de nombrar a Ramón Cid como director deportivo, cargo que en la práctica también ostentaba él, ha conseguido ganarse de nuevo los apoyos necesarios. Fundamentalmente de los clubes, ya que el gremio de atletas se ha decantado más por Vicente Añó, el primer rival en las urnas en una década. Al final, 96-44 en votos. El 67 % a favor de Odriozola como aval para encarar su séptimo mandato.

A lo largo de sus 24 años al frente del atletismo español este pontevedrés de 73 años ha pasado de ser un revolucionario que tumbó las estructuras de la vieja guardia cuando se hizo con el cargo en 1989 a enrocarse en el mismo inmovilismo que criticó en su día. A lo largo de este tiempo el profesor de bioquímica en excedencia y miembro destacado de la IAAF (la federación internacional de la disciplina) ha pasado de ser un visionario que sacó al atletismo español del subsuelo para llevarlo a las cotas de Barcelona 92 y la apoteosis del Europeo de Múnich 2002 a ver como la delegación española desaparecía del medallero olímpico en las dos últimas citas.

Algo parecido le ha sucedido con la alargada sospecha del dopaje. Odriozola comenzó con fama de duro. Como miembro destacado del clan de tolerancia cero, pero más de un escándalo le ha estallado en casa, en sus propias manos. El que más, la operación Galgo que afectó a la que entonces era su vicepresidenta, Marta Domínguez. Antes le había tocado a Alberto García y a Josephine Onyia, a esta por partida doble.

Pero Odriozola, que cobra unos 70.000 euros como presidente federativo, ha sido inmune al fracaso. Jamás le ha pasado factura la recesión del atletismo español, tanto en grandes campeonatos como en pérdida de influencia e incluso en la disminución de atletas federados.

Y eso, que desde casi el principio de los tiempos ha asumido en persona el cargo de director deportivo y muchas de las más polémicas decisiones a la hora de confeccionar selecciones le han sido imputadas a él.

Estas situaciones le han llevado a perder influencia en el núcleo de atletas -con los que siempre le gustó compartir mesa, mantel y pista-, pero el dirigente se ha sabido mover en las mesas de trabajo y en la moqueta para perpetuar su reinado hasta los 77 años. El estamento de clubes le ha vuelto a dar todo el apoyo con el único guiño de nombrar a un director deportivo independiente. También ha calado su insistencia en que no era el momento de abandonar el barco. Ahora le toca demostrar que sabe llevar el timón en lo que ha prometido que será su último mandato.

«Modestia aparte, me creo bastante capacitado para el puesto de presidente»

Presidente de la RFEA