Óscar Sevilla, Zaballa, Botero y Jaschke eran clientes

La Voz

DEPORTES

Sus nombres fueron los únicos que aparecieron en la reanudación del juicio

05 feb 2013 . Actualizado a las 12:16 h.

«¿Sabe usted quién es Urko?» «¿A quién se refieren las siglas RSOC, Ten o Jandro?» Las preguntas sobre el particular del ¿Quién es quién? de la operación Puerto quedaron sin respuesta. Esta vez fueron los propios investigadores los cuestionados y los que evitaron dar nuevos nombres de deportistas tratados por Eufemiano Fuentes. «Que haya o no haya otros deportistas no es competencia de la policía judicial. Nosotros investigábamos un delito contra la salud pública», justificó el teniente de la Guardia Civil que instruyó las pesquisas.

Los únicos nombres que aparecieron en la reanudación del juicio fueron los de los ciclistas Santiago Botero, Jörg Jaksche, Óscar Sevilla y Tino Zaballa (los dos últimos todavía en activo). Fueron los únicos confirmados sobre los investigadores gracias a las fotografías y pruebas de los cuatro deportistas en las inmediaciones de los pisos supuestamente empleados como laboratorios por Eufemiano Fuentes y José Ignacio Labarta. En cambio, apareció «un ciclista del Huerto», deportista cuyo nombre no aparecía en el sumario, pero que citó el investigador como el destinatario del medicamento intervenido a Manolo Saiz el día de su retención. Huerto sería el nombre clave de Luis León Sánchez, según el diario holandés NRC, un ciclista murciano que ha sido expedientado por el equipo Blanco (antiguo Rabobank) por su posible implicación en la operación Puerto. Del resto de modalidades deportivas no se apuntaron nombres.

«¿Sabe usted quién es Urko?», preguntó el letrado. «No voy a entrar en quién es Urko», respondió el agente. Según publicó en 2011 El Mundo, Eufemiano contaba con un número de teléfono asociado a ese apodo que correspondía con el de la atleta Marta Domínguez, quien apareció también en la operación Galgo. «¿Habló con Lissavetzky, exsecretario de Estado para el Deporte?», insistió el abogado.

«Sí», contestó el agente. «¿Hizo un cribado de deportistas?», persistió el letrado. «¿Me está acusando usted de algo?», respondió el entonces teniente.