El oro de Ruth Beitia, cuarto metal en Suecia
04 mar 2013 . Actualizado a las 12:54 h.El atletismo español da señales de vida en el debut de Ramón Cid como director deportivo en una gran competición. Las cuatro medallas y los 10 finalistas en una delegación que no alcanzaba la treintena de atletas en el Campeonato de Europa de pista cubierta de Gotemburgo representan un aval para una disciplina en constante retroceso a lo largo de la última década e incluso salpicada por la operación Galgo. Ruth Beitia puso la guinda con un oro en salto de altura tras su amago de retirada, y dos de las tres platas suenan a relevo. Faltó la guinda del milqui masculino, pero la táctica es la página pendiente de Arturo Casado.
La capitana
Beitia, de retirada a campeona de Europa
Ruth Beitia se convirtió en Helsinki en la mejor atleta española de todos los tiempos. Cinco podios consecutivos en europeos bajo techo son el mejor aval para la cántabra. A sus 33 años, anunció el pasado verano que su tiempo había pasado, incluso se quedó sin marca de zapatillas que le patrocinase, sin embargo reconsideró su postura, volvió como capitana del atletismo español y aprovechó la oportunidad con un concurso casi impecable para llevarse el oro con un salto de 1,99 metros. Ya campeona, buscó la guinda del récord de España, pero fracasó en su triple intentona sobre 2,02 metros.
Relevo
Las platas de Kevin López e Isabel Macías
Hacía tiempo que el sevillano Kevin López se había convertido en el estandarte del futuro. Había demostrado cosas importantes en el 800, como el bronce en París 2011, pero a sus 22 años necesitaba otro refrendo internacional. En Suecia confirmó las mejores expectativas. Imperial en su camino a la final solo cedió ante el gran favorito, el polaco Adam Kszczot. La plata de Isabel Macías merece una interpretación diferente. A sus 28 años la aragonesa no es un producto del futuro, pero sí una atleta de garantías para asegurar el relevo en el 1.500 metros. Sin Nuria Fernández y con Natalia Rodríguez lesionada a última hora, no desaprovechó la opción de subirse por primera vez a un podio continental.
Valor
Dos platas frente a atletas nacionalizados
Isabel Macías y Juan Carlos Higuero se colgaron la plata, pero en realidad fueron el primer europeo en cruzar la línea de meta. Solo cedieron ante dos atletas etíopes nacionalizados. Abeba Aregawi, ahora sueca, ganó el 1.500 femenino y Hayle Ibrahimov, ahora azerbayiano, se impuso en el 3.000.
Un clásico
Higuero triunfa en el 3.000, pero no descarta volver al 1.500
El milqui masculino fue la única decepción real de la delegación española. En esa distancia estuvo hasta Gotemburgo Juan Carlos Higuero, que había decidido subir de distancia en busca de nuevos retos. Pero la plata, del Europeo en el 3.000 se solventó en su demoledor final. El cambio de ritmo le ha llevado a reconsiderar su decisión. Podría volver a su distancia anterior.
Avance
Quinto en el medallero, octavo en la clasificación por puntos
Con respecto al último europeo, el atletismo español avanza tres puestos en el medallero aunque haya repetido la cosecha de cuatro medallas (una fue de bronce). Superó además a Alemania, Italia y Polonia, tres países tradicionalmente más poderosos. En la clasificación por puntos España acabó octava con 44 puntos merced a los diez puestos de finalistas (dos más que en París). Entre ellos destacó el quinto puesto de Patricia Sarrapio en el triple salto aproximándose a su mejor marca personal.
Banco de pruebas
La estrategia de Ramón Cid
En su debut en una gran competición, el hombre que ha desplazado a José María Odriozola de la dirección técnica de la Federación, tenía dos premisas: convocar solo a atletas libres de cualquier sospecha de dopaje e ir introduciendo jóvenes de un modo paulatino para que tomen contacto con la gran competición. Lejos de hablar de puestos de finalistas, solo buscaba un equipo que compitiese del mejor modo. Sus premisas le valieron las primeras críticas por convocar a atletas con mínima B, pero al final la apuesta le salió redonda. Mejoró los resultados, la inmensa mayoría de los convocados no desentonaron y jóvenes como el marinense Jean Marie Okutu vivieron su bautismo en categoría absoluta.