El Obradoiro visita a un rival que ya tiene el sello de Aíto

M.G. REIGOSA SANTIAGO / LA VOZ

DEPORTES

Álvaro Ballesteros

Blakney y Williams, ahora lesionado y suplido por Mensah-Bonsu, cambiaron la inercia del equipo sevillano

09 mar 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

El Obradoiro Blusens Monbus viaja esta tarde hacia Sevilla para rendir visita a un Cajasol que ha ganado ocho de los últimos trece partidos. En la clasificación general, sin embargo, solo totaliza nueve victorias, fruto de un pésimo arranque de temporada. De los diez primeros partidos solo se anotó uno. Pero tuvo la paciencia suficiente para no desmoronarse y acometer una reconstrucción hasta asimilar las pautas del laureado Aíto García Reneses.

El conjunto andaluz perdió en verano a piezas de primer orden como Paul Davis, Calloway y Urtasun, además de English ahora estandarte del Estudiantes. Y apostó por un proyecto que puso en manos de Aíto García Reneses y que tenía sus riesgos. Sobre todo, porque dejaba la dirección del juego a dos bases de dos metros: Satoranskiy, que no deja de progresar, y Tepic, un dos-tres que no terminó de cogerle el gusto a la batuta. Buckman, debutante en la ACB, tampoco se asentó en el juego interior. Y a todo eso se le sumaba el desgaste del equipo en la Eurocup.

Sin necesidad de una revolución, con dos retoques puntuales, el colectivo ha ganado consistencia y partidos. Esta vez el club prefirió fichar experiencia en lugar de experimentar.

Golpe de timón

Hizo un primer movimiento que no se notó. Dozier, que relevó a Buckman, apenas estuvo un mes en Sevilla. Y a principios de diciembre llegó el punto de inflexión. Primero firmó a Latavious Williams, que el pasado curso había dejado una gran impresión en el Joventut. Esa misma semana el Cajasol selló su segundo triunfo, en Bilbao. Días después aterrizó en Sevilla un timonel experto, Blakney. Y cayó la tercera victoria, en casa ante el Lagun Aro.

Después el conjunto sevillano perdió por dos puntos en Badalona y por cuatro en Fuenlabrada. De los últimos nueve, ha sacado adelante seis. Y ya no tiene compromisos europeos entre semana.

Moncho Fernández no tiene dudas respecto al calibre del adversario: «No debemos de olvidarnos que es el Cajasol y quién lo entrena. El trabajo está dando sus frutos. Hay una mejora clara en los aspectos defensivos. Ofensivamente es un equipo que explota francamente bien las características individuales de sus jugadores y te obligan a estar muy concentrado todo el tiempo».

El técnico también subraya la aportación de los fichados sobre la marcha, y especialmente una: «Blakney me parece fundamental. Es un base excepcional, con capacidad para anotar y decidir en momentos importantes, pero sobre todo para hacer mejores a sus compañeros. Con su llegada se ha producido un movimiento de fichas. Tepic ha pasado a su posición habitual. La llegada de Williams fue clave, hasta su lesión, y ahora se han reforzado, nada menos, que con Pops Mensah-Bonsu».