El entrenador del Mallorca, Gregorio Manzano, ha admitido que la derrota por 2-3 en Palma frente al Deportivo «es dolorosa», pero lanzó un mensaje de optimismo al afirmar que «hay que seguir, no podemos bajar los brazos».
«En el día más esperado por todos no nos salió el partido que queríamos por muchos motivos. Queríamos darle una alegría a nuestra gente, que ha estado magnífica, pero nos faltó continuidad en el juego, jugamos de forma intermitente y perdimos el equilibrio con esos picos de bajada que tanto daños nos hacen», afirmó Manzano en la rueda de prensa tras el encuentro de ayer.
El técnico mallorquinista ha señalado que su equipo perdió el control del partido, de forma extraña, al ponerse por delante en el marcador, algo que entiende que no puede suceder cuando un conjunto se juega tanto como ayer el Real Mallorca frente al Deportivo.
«Fue positivo el adelantarse en el marcador, pero después nos faltó control, sobre todo entre el segundo y el tercer gol del Deportivo. Hubo un desconcierto y el equipo no supo volver a meterse en el partido, las líneas se desajustaron, los pases no eran correctos ni tampoco la velocidad del juego», ha explicado el técnico que insistió en que no se puede perder así la mentalización.
Optimismo
Manzano ha reiterado que la derrota es dolorosa, pero que «no de ser más que eso, una derrota».
«Lo real es que seguimos a tres puntos del equipo que marca la frontera del descenso, el Zaragoza, y todos los que estamos metidos ahí estamos haciendo nuestras cuentas, y nosotros estamos a un partido», ha subrayado Gregorio Manzano.