El primer agrónomo español de Augusta detalla el mimo de un campo único
09 abr 2013 . Actualizado a las 07:00 h.Cuando el jueves empiece el Masters de Augusta, no habrá dudas sobre el estado del recorrido. El campo de Georgia encarna el canon de perfección en el golf. Entre el 2010 y el 2012, Daniel Carretero se convirtió en el primer español que formó parte de su equipo de mantenimiento. Licenciado en Empresariales, con especialización en campos de golf, estudió Ingeniería Agrónoma en la universidad americana de Penn State. Su formación le permitió integrar el equipo de greenkeepers del paraíso verde, y hoy aguarda por propuestas profesionales en España. A continuación, explica los 12 meses de trabajos antes del primer grande del año.
Un poco de historia
Un campo de invierno para socios del norte de EE. UU.
«Tras la Gran Depresión, Bobby Jones y Clifford Roberts concibieron Augusta National para que en invierno los socios del norte del país, donde los campos se cerraban por el tiempo, jugasen en un clima agradable. Los problemas para financiarse les animaron a popularizarlo con un torneo, el Augusta National Invitational. Así nació en 1935».
El cierre del recorrido
Una semana cerrado solo para los empleados
«Tras el Masters, el campo sigue abierto para los socios hasta el 15 de mayo, cuando se celebra una fiesta, con barbacoa y comidas. Luego llega la semana de apreciación. Del 15 al 21 de ese mes, el club se pone a disposición de los empleados y voluntarios del campeonato, que usan todas las instalaciones, incluida la casa club. Así agradecen el trabajo de todo el año».
Primeras reformas
Muere la hierba de invierno y queda la de verano
«El campo se cierra el 21 de mayo. Se deja morir la hierba de invierno con que se había resembrado (ray grass), pues no soporta las altas temperaturas, y queda la base de verano (bermuda) que había por debajo. En los seis meses siguientes se trabaja en greenes, bunkers, tees y calles. Se siguen a rajatabla las normas de la USGA (Asociación de Golf de Estados Unidos), con los productos y medidas precisos. Y el club tiene medios y maquinaria bien afilada para hacerlo. A partir de ahí se hacen tareas de recebado y pinchado de tees, calles y greenes, sobre todo estos últimos, para airearlos, que no se compacten y estén sanos».
Los «Greenes» más rápidos
Calefacción, sistema de aireación, control de humedad, toldos y ventiladores
«Una de las claves de los greenes tan rápidos de Augusta está en su subsuelo, una capa de 30 centímetros, un pie de arena para establecer las raíces y que se mantengan sanas. Disponen de un sistema de hidrónicos de calefacción y otro de ventilación. Combinados, calientan o enfrían esa capa para buscar una temperatura constante. También se realiza una gestión de riego muy monitorizada, con sensores de humedad en esa capa, para saber cuando necesitan agua, y que estén en el punto de irrigación preciso. Cada verano se reconstruyen dos o tres greenes con algún problema. Al resto, no se les cambia la hierba y, para evitar que sufran con el calor del verano, se combinan dos tareas: por un lado la calefacción del subsuelo les da una temperatura más fresca, y por otro se usan toldos y ventiladores para que el sol no la queme».
«Bunkers»
Trampas tapadas con lonas
«Unos cinco bunkers al año se reforman por diferentes problemas. El resto se tapan en septiembre con plásticos negros para que su arena no se contamine con la resiembra».
Resiembra en septiembre
Un mes para tener todo listo para los socios
«A principios de septiembre se rasura la hierba de verano y se resiembra para que crezca la de invierno. Luego se destapan los bunkers. Todo está listo para el 15 de octubre, el día de apertura para los socios, que se reúnen de nuevo con barbacoas y ya pueden jugar».
Llega el Masters
Los «greenes» se siegan seis veces al día
«Durante el torneo el trabajo incluye el segado de los greenes seis veces al día, cuatro por la mañana y dos por la tarde. Así se mantiene la velocidad de greenes por la que es famosa Augusta. Se hace de forma que no se dejan líneas de corte a la vista».
El personal
Cuidados de unas 45 personas, jardineros aparte
«En el cuidado del campo suelen trabajar 45 personas, una cifra que puede bajar algo en alguna época del año. El director de mantenimiento es el responsable de todo el equipo. En esa cifra no se incluyen los jardineros que se dedican más a tareas de ornamentación, como las flores o la pinaza bajo el arbolado».