En un día gris, aguantó los tirones del Lagun Aro y sentenció en los minutos finales
28 abr 2013 . Actualizado a las 14:08 h.En un día gris, el Obradoiro consiguió su objetivo. Ganó en San Sebastián, 73-77, y sigue despendiendo de sí mismo en la lucha por la octava plaza, a la espera de lo que hagan el domingo sus tres rivales directos: Unicaja, C.B. Canarias y Joventut.
El Obradoiro de la primera parte en Illumbe fue un equipo irreconocible, sin ese espíritu guerrillero que lo caracteriza. Y la desventaja al descanso no fue mayor porque tampoco es que el Lagun Aro tuviese un día especialmente feliz. Pero se encontró con once pérdidas de balón del rival, muchas de ellas producto de la anticipación. Por esa vía consiguió resistir el primer cuarto. En el siguiente, continuaron las concesiones visitantes y coincidieron con sendas rachas de Finley, primero, y de Woods, después. Otra vez el colectivo de Moncho Fernández se encontró ante un adversario de tirones. Y no era capaz de hacer lo propio, porque le costaba abastecer a los pívots y la columna exterior no tenía su día.
Al paso por el ecuador del partido, el equipo de Sito Alonso había disfrutado de catorce tiros más. Si el Obra no conseguía revertir esa dinámica, la sentencia estaba firmada, sobre todo en un día sin inspiración ofensiva. El parcial del segundo cuarto, 25-12 era el reflejo de lo que sucedía sobre la pista.
Tras el tiempo intermedio el partido se reanudó de la peor manera posible, con un triple de Woods. Pero el conjunto visitante respondió con un extraño parcial 0-10. Extraño porque es de los que no aparecen en el guión, con un triple Mejri y otro de Andrés Rodríguez, en unos minutos un tanto alocados.
Contestó el Lagun Aro con otra pequeña racha, minimizada hacia el final del tercer cuarto por la inteligencia de Oriol Junyent y un triple sobre la bocina de Buford para poner el 55-53.
El Obradoiro, sin gustarse, consiguió reengancharse al partido. Lo hizo a través de una defensa que fue mejorando paulatinamente y que logró frenar la sangría de las pérdidas de balón.
El último cuarto resultó más vibrante que vistoso. Y, ahora, en el terreno de las sensaciones empezaba a pintar peor para los visitantes. Hummel, hasta entonces sin tino, reencontró el acierto. Rafa Luz se mantuvo firme en la dirección de juego y en los compases finales Dewar se erigió en ejecutor. Asumió la responsabilidad en los momentos más delicados y siempre tomó la decisión acertada.
73 - Lagun Aro GBC: Salgado, Papamakarios (12), Woods (15), Paunic (3), Doblas (17)- cinco inicial- Finley (14), Neto (2), Rubio (4), Dani Díez (2), Ibekwe (4).
77 - Blusens Monbus: Rodríguez (8), Corbacho (9), Pumprla (7), Kendal (3), Mejri (7)- cinco inicial- Buford (5), Rafa Luz (11), Hummel (10), Dewar (13), Junyent (4)
Árbitros: González, Peruga, Cardús. Eliminado por personales Doblas.