Tendrá a Vicenzo Nibali como principal rival en la primera vuelta grande, que comienza hoy en Napolés
04 may 2013 . Actualizado a las 07:00 h.Un caballero vestido de rosa: así sueña con verse Sir Bradley Wiggins, que arranca hoy en Nápoles el Giro de Italia con la firme intención de llegar a Brescia el 26 de mayo vistiendo la maglia de líder. «Nuestra meta es clara: queremos ese jersey», señaló ayer el alemán Christian Knees, escudero de Wiggins en el equipo Sky. Campeón del último Tour, el británico podría vestirse con el maillot de líder de la ronda italiana mañana tras la contrarreloj por equipos de 17,4 kilómetros en la isla de Ischia.
Una racha de victorias sin precedentes en la primavera del 2012 dejaron a Wiggins como máximo favorito para el Tour. Y lo ganó. Este año, en cambio, todo es diferente a pesar de que el británico de 33 años sea el rival a batir en el Giro. El italiano Vincenzo Nibali, que conoce bien las seis llegadas en alto (entre las que se incluye el legendario Galibier) de la primera gran vuelta de la temporada, se postula como el más duro contrincante de Wiggins en los 3.455,8 kilómetros repartidos en 21 etapas. El recorrido es fiel al estilo de la ronda transalpina, un refugio para los escaladores puros, que tanto sufren para batir al crono.
Pero pese a ello, el británico, que en febrero sufrió un grave accidente en un entrenamiento que le hizo modificar su preparación, es el primero en la lista de favoritos. El campeón olímpico contra el reloj no entrenó demasiado y apenas se dejó ver por los podios de las clásicas de primavera.
Tan solo logró una victoria en una contrarreloj en el Tour de Trentino antes de aterrizar en el Giro. El británico optó por aislarse en la altura de las montañas de Mallorca. Ahora le ha llegado su momento.