Las gallegas Támara Echegoyen, Sofía Toro y Lara Cacabelos desvelan las claves que las llevaron a conquistar el Mundial de Match Race en Corea
12 jun 2013 . Actualizado a las 07:00 h.En ninguna disciplina es sencillo exhibir un dominio tan aplastante como el que demostró el equipo patroneado por la pontevedresa Támara Echegoyen en el Mundial de Match Race que el fin de semana pasado concluyó en Busan (Corea del sur). Pero puede que en la vela sea incluso más complicado. No depende de uno mismo, ni siquiera del rival. Se juega con el mar y el viento, en ocasiones caprichoso. Rola de forma inesperada, sobre todo, si el campo de regatas está cerca de tierra, como era en este caso (vistoso para el espectador, retorcido para el navegante), y, de pronto, lo que era una decisión nítida se transforma en un error garrafal. Por eso, que la tripulación liderada por Echegoyen y en la que competían las gallegas Sofía Toro y Lara Cacabelos, se plantasen en la final sin haber perdido ninguno de los 22 enfrentamientos anteriores es algo mágico. Sus protagonistas, recién aterrizadas en España, ofrecen la receta del éxito.
«Noté desde el primer momento que todas las tripulantes tenían confianza ciega en mis decisiones y con ese respaldo es imposible que las cosas no salgan bien», subraya la patrona pontevedresa. «Hay -comenta Sofía Toro- muchas tripulaciones que están a nuestro nivel, pero me siento tremendamente orgullosa del rendimiento que tenemos en las citas importantes. Damos el máximo». «A Támara y a Sofía se les ve que todavía conservan esa asombrosa compenetración que las llevaron a ser medalla de oro en los Juegos de Londres», explica Lara Cacabelos, quien también añade: «En la final nos costó encontrar la estrategia de Camilla (la patrona rival), pero el resto de los días navegamos muy bien, muy fluidas en las maniobras».
Esta sincronización milimétrica no es fruto de un día, forma parte del trabajo de una carrera que en cada regata adquiere la experiencia necesaria para dominar el triunfo. «Todo lo que hemos hecho en estos cuatro años en el Match Race sale ahora a flote», apunta Támara Echegoyen. «Creo que aprendemos algo en todas las competiciones y cometemos menos fallos. Seguimos madurando», dice quien, al lado de Sofía Toro, ya ha ganado el Campeonato de España, el Iberoamericano, el Europeo, los Juegos y el Mundial. Una proeza de una vida resumida en apenas un ciclo olímpico. «Es esencial divertirse en lo que uno hace. Aporta la energía necesaria para superarse, para afrontar nuevos desafíos», concluye así la fórmula que las ha impulsado a la gloria.