San Miguel Escalona, para los aficionados lucenses después de una tarde mágica en Cádiz. La actuación del portero, hoy en el Guadalajara, fue clave para que el Lugo ascendiese. Tanto durante el partido como al final, en la tanda de penaltis. Y eso que tuvo un año complicado.
-Tras la fase del año anterior, ¿creía que podrían ascender?
-Estuvo bien. Se nos dio la cosa a favor. Tuvimos esa pizca de suerte que nos dio esquinazo el año anterior. Pudimos perder contra el Eibar, contra el Baleares, en Cádiz. Tenía la convicción de que estaba para nosotros. El equipo compitió de maravilla, pero tuvimos la suerte de nuestro lado.
-Usted entró por la lesión de Diego Rivas en Mallorca.
-En aquel momento no pensé que pudiese ser de gravedad. Pero para eso estamos. Me lo tomé con muchas ganas.
-En el partido definitivo, en Cádiz, todo se les complicó.
-No se vio al Lugo que estábamos acostumbrados. Teníamos una red importante, pero nos hicieron el 1-0. Luego empatamos con el jugadón de Isma. Paré un penalti antes del descanso... Salimos del vestuario pensando en jugar con el marcador, y nos marcan al momento el 2-1. El Cádiz tenía un equipazo.
-Usted parecía muy tranquilo. ¿Era así de verdad?
-Es que estaba convencido. Y confiaba en mí. El fútbol nos podía negar el ascenso. Estuve tranquilo en los dos partidos, es cierto. No me afectó la inactividad. Ya me había visto en otras batallas, y se necesita estar así para afrontarlas.
-¿Fue un premio a un año complicado para usted?
-Había sido una temporada dura, pero acabó la cosa con muy buen sabor de boca. Creo que lo merecía. Y sí, lo tomé como un premio.
-Vio al equipo enganchar a una afición que celebró el ascenso a lo grande.
-Sí. Fue una de las cosas más bonitas y emotivas. La gente poco a poco se fue sumando, y esto no se ha parado. La afición seguirá creciendo.
-¿La camaradería que tenían en el vestuario era la clave?
-En este equipo siempre ha habido muy buenos grupos. Pero lo del año pasado fue impresionante. Nos juntábamos con las mujeres, con los críos. Creo que fue el mejor año emocional, de ambiente, de mi carrera futbolística.