El asturiano pide mejoras para estar en condiciones de ganar, al menos, tres o cuatro carreras de aquí a final de temporada
08 jul 2013 . Actualizado a las 21:24 h.De tan obvio roza lo ridículo, pero Ferrari debe ganar más carreras. Fernando Alonso planteaba después de la carrera de Alemania que, si quieren discutirle el título a un inmenso Sebastian Vettel, deben llevarse tres o cuatro victorias de los diez Grandes Premios que restan para que finalice la presente temporada. Alonso ya ha sacado la calculadora -si es que alguna vez la había guardado- y, consciente de las características de los circuitos que quedan, lo argumentó de una manera impecable: «Después de ganar Sebastian este fin de semana y nosotros ser cuartos, la sensación que le quedará a los aficionados será que ya hemos perdido el Mundial, pero después de Monza el año pasado, cuando le sacaba 41 puntos a Vettel, llegamos a Austin y ya me sacaba 18 él. El tema es que si ganas tres o cuatro carreras, la distancia, independientemente de cuál sea, es asequible», explicaba Fernando Alonso.
¿Cómo ha pasado Alonso de ser un firme candidato a victoria domingo sí domingo también a tener que casi esperar un milagro para llegar al tercer puesto o, como este domingo, ni siquiera eso? La involución del Ferrari F138 empieza a ser muy preocupante. «El podio era un premio muy alto para lo que habíamos hecho», admitía bastante frustrado el piloto español que, pese a todo, ocupa el segundo lugar de la clasificación general con 123 puntos, 34 menos que Vettel. A Fernando Alonso no le falta razón. Aún es pronto para hacer cábalas pero, ciertamente, la diferencia no es definitiva ni mucho menos. Dos ceros de Vettel pondrían en aprietos el posible cuarto título consecutivo del alemán, sin ir más lejos. Sin embargo, mientras que Vettel tiene un razonable colchón -saldrá líder de Hungría, pase lo que pase-, a Alonso no le quedan comodines para las próximas diez carreras. «Si hubiéramos acabado en Malasia y en Baréin, seguramente estaríamos liderando el campeonato ahora, con este coche que todo el mundo seguramente va a maldecir esta semana», se resignaba Alonso.
El problema fundamental detectado tanto en Silverstone como en Nürburgring es que las evoluciones de Ferrari no fueron por el camino adecuado. Así, mientras Red Bull ha conseguido pulir esos pequeños fallos que tenía hasta conseguir un equilibrio prácticamente perfecto en su RB9 -solo hay que ver el gran ritmo de Mark Webber este domingo, que pese al incidente con el neumático remontó hasta el séptimo puesto final-, en Ferrari han caído de pelear razonablemente cómodos por entrar en la Q3 a tener que sufrir o, incluso, apostar por estrategias distintas a ver si suena la flauta. La petición de Alonso es clara: mejorar para ganar, y ganar para mejorar. Y eso no es posible intentando paliar las notables carencias de desarrollo con ideas más o menos ingeniosas por parte de los responsables técnicos del equipo de Maranello. «Es vital optimizar el rendimiento de nuestro coche», admite un Stefano Domenicali que empieza a estar, de nuevo, bajo una inmensa presión interna. El desarrollo del monoplaza del 2013 se está llevando en paralelo al del 2014, por lo que los recursos se han dividido. Así, cuanto antes consigan dar con la clave para el F138 podrán dedicarse a fabricar en condiciones el del próximo año
Los tan comentados test de jóvenes pilotos, en los que participarán también los titulares -no Fernando Alonso, que no estaba convencido hace apenas unos días- llegan en el mejor momento posible para Ferrari. El propio Domenicali admitía este domingo que servirán para entender los compuestos que se estrenarán en Hungría y que, sobre el papel, benefician a Red Bull: construcción del 2012 sobre base de los ya vistos en el 2013 La presencia de los test durante la temporada sirvieron en 2012 para que Ferrari diese un paso adelante. El año pasado en Montmeló los hombres de rojo pulieron un F2012 que había nacido defectuoso, y pudieron darle a Alonso y a Massa una herramienta con la que, en el caso del español, pudo pelear por el título hasta los metros finales
En cualquier caso, con test o sin ellos, el objetivo que debe plantearse Ferrari de aquí a final de temporada es tener un coche que les permita pelear por las victorias de manera solvente. Una obviedad que, como hace Fernando Alonso, quizá sea bueno recordar en Maranello