Mientras la polémica por la negativa de la Federación a pagarle el viaje continúa, Perucho mantiene sus rutinas de entrenamiento. Estos días se ejercita en Avilés, donde está preparando el Campeonato de España que a finales de mes se disputará Verducido (Pontevedra). Juega en casa y allí confía en firmar otras brillantes actuaciones como las que lo llevó a proclamarse campeón de los Juegos del Mediterráneo y a figurar entre los elegidos para el Mundial en tres categorías distintas (K2-1000, K-2 500 y K1-200 relevos).
-Después de no poder defender su medalla en Londres, ¿se tomó un respiro?
-Seguí apretando como siempre, pero al no poder ir con Saúl [Craviotto] cambié de distancia y necesitaba tiempo para adaptarme.
-¿Qué objetivos tiene para esta temporada?
-El principal, el Mundial. Allí nos jugamos la beca y la posibilidad de poder seguir entrenando con esta intensidad.
-¿Aún se ve entre los mejores del mundo?
-Cuando sienta que ya no tenga energía para estar entre los mejores, dejaré el piragüismo. Este año me estoy encontrando muy bien. Y espero que continúe así.
-¿Los Juego Olímpicos de Río de Janeiro son una quimera?
-Hombre, quiero ir paso a paso. Marcándome metas a más corto plazo, que vaya cumpliendo cada año. Pero, si tengo estas mismas sensaciones, si mantengo el estado de forma, no sería imposible participar en Río. Eso seguro.