Fernando se merece algo más que lo que le están dando

Fernando Hidalgo Urizar
Fernando Hidalgo EL DERBI

DEPORTES

16 ago 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Fernando Vázquez ha sido siempre un estudioso del fútbol. Más allá de la lógica dedicación que se le exige a un entrenador profesional, Fernando se sumerge en el planeta del balón, planifica entrenamientos, los dirige, intenta conocer y entender a los futbolistas, habla con ellos y le da muchas vueltas al juego en busca de la mejor opción y en busca de la evolución y perfección de sus ideas.

Por ello, si alguien ha sufrido durante toda la pretemporada ese ha sido Vázquez. Estar a punto de comenzar la Liga y no tener definido el equipo en aspectos tan sustanciales como los delanteros, ha tenido que ser desesperante para el técnico, cuyos pensamientos han tenido que reducirse a ver cuándo me traen los fichajes o a ver cuándo se van los descartes.

Vázquez siempre dijo que el estilo de juego suele estar marcado por el tipo de delantero con el que cuenta un equipo. Y, ahora mismo, ese delantero (Geijo es el deseado) no viste todavía de blanquiazul, por no hablar de la posible salida de uno de los jugadores franquicia esta temporada: Bruno Gama. Está claro que Fernando no ha podido pensar mucho en el juego y se ha limitado a parchear la pretemporada, poner buena cara y tirar hacia adelante entregado a la sorpresa diaria que este circo en que Lendoiro ha convertido el Deportivo le pueda dar. Por eso, no es creíble cuando dice que «no está pasando nada que no pensara que podría ocurrir». Parece más una cuestión de aparentar normalidad que de expresar con libertad lo que realmente pasa por su cabeza y que, aunque ciertamente solo él lo sabrá, no es muy difícil de imaginar.

Los disparatados avatares que están rodeando al Deportivo últimamente han hecho mella en el de Castrofeito. Quien acostumbre a seguirle los pasos, habrá comprobado que su pertinaz entusiasmo expansivo se ha moderado. Y si Fernando Vázquez pierde su energía positiva, el proyecto recibiría el golpe de gracia. Llegados hasta aquí, lo único que faltaba es que la descomposición del lendoirismo acabara por afectar a alguien que ha estado muy por encima del presidente tanto en entrega, buen hacer y lealtad. Fernando Vázquez se merece que las aguas se tranquilicen. Que por fin pueda dedicarse a pensar en el juego de su Dépor y se olvide del susto de cada día.