La delantera del Unión Grove acabó en el hospital con la clavícula y una costilla rota tras dos goles de remontada
26 sep 2013 . Actualizado a las 07:00 h.De la felicidad a la angustia. De acariciar una merecida celebración con sus compañeras de equipo al término del partido, a sufrir una de las experiencias más ingratas para cualquier futbolista. María Triñanes, la mujer gol del Unión Grove, pasaba en un abrir y cerrar de ojos de la gloria, autora de los dos tantos con los que el conjunto meco levantó el 1-0 de su anfitrión Unión Dena en su partido de Liga de Segunda División Gallega, a cuatro meses de purgatorio. Los que en principio empezaron a contar cuando el pasado domingo fue atendida en el Hospital Domínguez de Pontevedra de la fractura de su clavícula izquierda y una costilla.
Con el a la postre definitivo 1-2 campando ya en el electrónico al descanso del partido, María buscó a la media hora de juego de la segunda parte el gol que cortase cualquier opción de remontada rival en un balón en largo a la portería del Dena. Y ahí fue cuando el infortunio se cebó con la joven de 19 años, en un desgraciado choque con la guardameta local de la que esta salió afortunadamente bien parada.
«Recordo saltar, e logo verme no chan. Non perdín o coñecemento. Notaba as costelas para dentro, e non podía respirar». Y ahí empezaron, recordaba ayer ya en casa María, 10 minutos que «se me fixeron interminables. Vivino con angustia ata que chegou a ambulancia» a pesar de estar arropada por su entrenador, Antonio Meis, sus compañeras y el técnico del conjunto rival.
La jugadora del Unión Grove se pasó dos días ingresada en el hospital, donde recibió la visita de la plantilla arousana y hasta el presidente del club. En casa desde el martes, María comenta que «o máis latoso é a costela, porque non podo facer vida normal. Non me podo nin rir. Teño repouso total un mes». Lo peor, que tendrá que redoblar esfuerzos para no perder comba en sus estudios de secretaría médica en Vigo y de idiomas en Cambados. Sobre el fútbol, «a miña intención é volver a xogar en canto poida» y dejar atrás su duro éxodo.