El piloto de Repsol Honda será campeón en Motegi si suma ocho puntos más que Jorge Lorenzo
21 oct 2013 . Actualizado a las 18:00 h.El error cometido por el equipo técnico de Marc Márquez (Repsol Honda RC 213 V) durante la disputa del Gran Premio de Australia de MotoGP es difícilmente asumible cuando lo que te estás jugando es el título mundial y regalas casi en bandeja de plata 25 puntos a tus rivales.
Sólo había dos oportunidades, la novena y la décima vuelta, para que los pilotos MotoGP entrasen a cambiar su moto para «salvar» el desastre que el rendimiento de los neumáticos ha representado en el nuevo asfalto de Phillip Island, no sólo para Bridgestone en MotoGP, sino también para Dunlop en Moto2, y la estrategia planteada en el equipo de Márquez quedó diluida en la nada cuando le avisaron una vuelta tarde.
Sobran los comentarios, pero el desastre del fin de semana australiano comenzó mucho antes. Muchas voces se han alzado al ver la situación que han provocado unos compuestos de neumáticos que ni en Moto2 ni en MotoGP han estado a la altura de las circunstancias y cuya situación se habría salvado sólo con el hecho de haber programado unos entrenamientos extraordinarios con algunos equipos punteros de ambas categorías para lograr los datos necesarios y conseguir unos compuestos que garantizasen la seguridad de todos, sobre todo de los pilotos.
Toda vez que esa situación era insalvable, quedaban planificar lo mejor posible una carrera de «bandera a bandera» que obligó a todos los pilotos a «entrenar» el cambio de moto en su taller, y ahí dio gusto ver como Marc Márquez literalmente saltaba de una moto a la otro con una agilidad pasmosa. Pero falló lo más fácil: avisar al piloto del momento establecido para esa acción.
Márquez pudo haberse proclamado campeón del mundo de MotoGP en Phillip Island y ahora tendrá que esperar, como mínimo, hasta la semana que viene en el circuito de Motegi (Japón), escenario propicio al menos para su fabricante de la moto, Honda, propietaria del trazado, en donde debe ganar y conseguir que su rival más inmediato Jorge Lorenzo, acabe tercero o, lo que es lo mismo, sumar ocho puntos más que su rival para no tener que esperar hasta el Gran Premio de la Comunidad Valenciana.
Justo a la inversa sucedió en Moto2, en donde una lamentable caída del británico Scott Redding (Kalex) en los entrenamientos oficiales del sábado dejó el camino expedito al español Pol Espargaró (Kalex) para lograr una ventaja casi insalvable para sus rivales camino de su primer título mundial.
Puede suceder cualquier cosa, pero lo cierto es que el hecho de que Redding no vuelva a subirse a su moto hasta la Comunidad Valenciana y su otro perseguidor, su propio compañero de equipo Esteve «Tito» Rabat esté a 36 puntos, prácticamente le garantiza el título mundial la semana que viene en Motegi (Japón).