Lo primero que hay que tener en cuenta es que un futbolista como Messi está sometido a una presión sin igual, además de sufrir el efecto de muchos factores de riesgo que pueden no estar presentes en otros jugadores.
La clave
Si hubo rotura anterior
La recaída es lo peor. Si por el contrario hubo contractura, el músculo se acorta y está en un estado de prelesión continuada, al borde de la lesión. Algunos clubes, en función de lo mediático del jugador, optan por la fisioterapia, pastillas, suplementos, todo lo que tenemos a mano para que siga jugando. Y la contaminación por sobrecarga química no se da recuperado. Hay que tener cuántos minutos jugó de ese modo las dos últimas temporadas. Una rotura mal cicatrizada aumenta el riesgo. Pero debe ser una cicatriz eficaz, que soporte las tensiones a las que se le someterá. Puede servir para un central o un jugador de corto recorrido, pero no para Messi, que es explosividad pura. El bíceps femoral es el responsable de salidas y frenadas. Junto al gemelo y el recto anterior del cuádriceps (el chut) son los explosivos.
El factor emocional
Un tóxico que el cuerpo no regula
La ansiedad favorece las contracturas. La tensión no es solo mental, sino muscular. La presión que ya tiene Messi se multiplica si está lesionado. Y no todos pueden hacer como Nadal y parar. El deportista que pasa por siete manos, no se cura nunca.
La complexión
Su tren inferior soporta todo
Al ser de corta estatura, el tren inferior de Messi hace todo el esfuerzo. Sus fibras son diferentes que si fuese alto, con el esfuerzo más repartido. Además, podría también influir el que fuese tratado con hormona del crecimiento cuando era niño. Si ha cambiado el método de entrenamiento al cambiar el técnico, su cuerpo necesita una adaptación biológica.
Factores externos
Viajes y oportunistas
La acumulación influye, igual que las comidas, el descanso, los viajes... Además, hay mucho aprovechado que ofrecerá supuestos tratamientos milagro solo por publicidad.
Tratamiento
Paciencia
A veces, lo mejor que se puede hacer es nada. Esperar con reposo y hielo hasta que se forme la cicatriz. Hay que respetar los plazos y no dar masajes antes de tiempo.
Javier Pombo es médico especialista en traumatología deportiva de alto nivel.