El punta del Racing, con 13 goles a mitad de liga, deslumbra de nuevo y apunta a las cifras de Bermejo, el gran nueve de la época reciente del club
06 ene 2014 . Actualizado a las 07:00 h.Un cabezazo desde los cielos, elevado sobre sus 191 centímetros, para desatascar el partido ante el Tropezón, y un control y un remate a la escuadra para encarrilarlo. Manu Barreiro abre el año 2014 como terminó el anterior, con dos goles que impulsan al Racing de Ferrol, cada vez más revestido en la piel de aspirante al ascenso. La mañana -en uno de los partidos adelantados para no coincidir con la cabalgata de los Reyes Magos- fue plácida tras sus dos pinceladas de clase. Y en la grada no faltaron los comentarios irónicos sobre la necesidad de sentarlo en el banquillo, para que no llame más la atención y despierte una posible salida en el mercado invernal.
Pero la prioridad del entrenador del Racing, José Manuel Aira, es el presente. Mantuvo a su killer en el campo los 90 minutos. Casi siempre lo hace. Porque Barreiro no sabe de etiquetas. Delantero espigado con querencia a abandonar el área para generar situaciones de peligro, es el primero a la hora de defender, y fundamental a balón parado, pero en las dos áreas.
600.000 euros de cláusula
Su cláusula de rescisión de 600.000 euros, la del contrato tipo en A Malata, también persuade si hay alguien interesado. «Para mí es uno de los tres mejores jugadores de la categoría. Lo volvió a demostrar marcando dos golazos», asume Lolo Herrera, entrenador de un Tropezón incapaz de sujetarlo ayer.
Delantero nómada, Barreiro se formó en el Madrid, se fue rebotado al Valencia B y pasó por Lalín, Algeciras, Cádiz, Jerez, Zamora, Cerceda y Pontevedra. «Yo se lo recomendé al Racing ya cuando lo vi por primera vez jugar en Galicia en el 2005», explica Juáncar Fernández Lago, director deportivo del club de A Malata. En el 2011 intentó su fichaje, que finalmente se plasmó el verano siguiente. «Creo que hasta ahora no había encontrado un sitio para estar verdaderamente a gusto, algo que sí le sucede en Ferrol. Varía mucho la edad a la que un jugador alcanza su punto de madurez. En muchos influye algún motivo personal. Y creo que Manu ha encontrado esa tranquilidad para rendir bien en Ferrol», añade el responsable de los fichajes del club verde.
A Barreiro lo cuidan en O Parrulo. En el restaurante de Julio Martínez, que tomó el relevo de su padre, juega su partida de cartas, come con frecuencia, y encontró un círculo que le da estabilidad. «No me sorprende su rendimiento, porque tiene una calidad enorme. Ahora es más completo, aporta en defensa, pelea muchísimo», añade el director deportivo del Racing.
22 goles en Tercera
En Tercera ya firmó la temporada pasada 22 goles, alguno decisivo, como el del play off de ascenso en Llodio. Y ahora lleva 13, tantos como Joselu -su antiguo compañero en el Cerceda-, con el que comparte un sano pique por el pichichi de la categoría. En el imaginario racinguista hay que remontarse a la época de Mario Bermejo para encontrar un delantero con tal impacto en la afición. El cántabro, con 25 goles, fue el máximo realizador de Segunda A en la liga 2004/05. Los números del santiagués, que lleva 13 -en una categoría inferior- lo sitúan en la senda de Bermejo.
«Estamos fuertes en casa. Se encuentra en nuestra mano seguir consolidándonos en la parte alta», apunta Barreiro, que no se sale de la prudencia que vende el vestuario de A Malata.