El equipo de Guardiola fue muy superior ante unos Gunners en inferioridad
20 feb 2014 . Actualizado a las 01:08 h.Arsenal y Bayern disputaban el partido más esperado de la jornada de Champions. Un encuentro de poder a poder entre dos favoritos para alzarse con el cetro europeo a final de esta campaña. Sobre todo los alemanes, actuales campeones y comandados por aquel que reinventó un estilo hasta llevarlo a la grandeza. Los Gunners habían apostado en esta eliminatoria toda su credibilidad, recuperada en la Premier League, para ver si era cierto que habían dado con la tecla para subir un peldaño en Europa. El Arsenal retó a su destino en verano confiándolo todo a un número concreto con un nombre determinado encima: Özil. El alemán era quien iba a decidir la suerte de un combinado que lleva mucho tiempo seducido por Arsene Wenger, pero al que se le está acabando el crédito en la ruleta de la suerte que es el fútbol.
Pese a esta muestra de responsabilidad, el exmadridista lleva la etiqueta de criticado sobre la cabeza desde hace meses por su bajo rendimiento. Özil volvió a dar la razón a sus censores fallando un penalti que a la postre sería decisivo. Bien es cierto que Alaba no quiso ser menos y también empató en el marcador de las penas máximas falladas mandando diez minutos después su lanzamiento al palo. La diferencia fue que a los germanos todavía les quedaba la bala en la recámara de la expulsión de Szczesny. Un hecho que marcó el devenir de la segunda mitad, toda vez que Guardiola decidió finiquitar el duelo por la vía rápida.
Con la entrada de Rafinha, los de Múnich fueron letales en la salida rápida del balón. Al Arsenal sólo le quedaba pequeños intervalos de respiro cuando su portero suplente hacía alguna parada que daba un poco de emoción al choque. Hasta que llegó Kroos y quitó las telarañas de la escuadra del Arsenal con un perfecto disparo. Todo lo que transcurrió desde el gol hasta el pitido final fue un monólogo tan aplastante del Bayern que toda Inglaterra quedó, seguramente, perpleja ante tal exhibición alemana.
Müller puso justicia en el marcador ampliando las distancias al final. Hubo espacio incluso para que Guardiola pudiera presumir de estadística a la conclusión del partido. El Bayern logró un 70 % de posesión del balón. Queda la vuelta, pero Alemania no será tierra propicia para los británicos.
Arsenal: Szczesny, Sagna, Mertesacker, Koscielny, Gibbs (Monreal, m. 30), Flamini, Wilshere, Oxlade-Chamberlain (Rosicky, m. 73), Özil, Cazorla (Fabianski, m. 38) y Sanogo
Bayern Múnich: Neuer, Lahm, Boateng (Rafinha, m. 45), Dante, Alaba, Javi Martínez, Robben, Kroos, Thiago Alcántara (Pizarro, m. 79), Götze y Mandzukic (Müller, m. 64)
Árbitro: Nicola Rizzoli (Italia). Amonestó con tarjeta amarilla a Boateng, Mandzukic y Sanogo. Expulsó por roja directa a Szczesny. -Goles: 0-1: Kroos, m. 54; 0-2: Müller, m. 87