Tres balas que hacen tiritar a Europa

Antón Bruquetas REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

El ataque del Madrid deslumbra ante el Schalke y lo impulsa como claro aspirante a la Champions

28 feb 2014 . Actualizado a las 20:17 h.

El triunfo del miércoles no fue uno cualquiera. El resultado y los números hablan por sí solos, pero hay aspectos incluso por encima de las estadísticas. A lo largo de la temporada, en silencio, alejado de los sobresaltos del pasado, Ancelotti se ha dedicado a dibujar con mimo su versión del Madrid. Ante el Schalke y en Alemania, un territorio históricamente hostil para el club de Chamartín, aquel boceto de trazo irregular, apagado y estático con el que arrancó el italiano su creación se transformó en una obra sólida, vistosa y trepidante.

Todo lo que hasta entonces se había intuido en retales entró de pronto en ebullición. La defensa, comandada por Ramos y Pepe, no dejó ni un solo renglón torcido; la medular, con Xabi Alonso, Modric y Di María, se adueñó del balón y lo hizo circular hacia la última línea -en ese trozo de campo nadie echó de menos a Özil, lo que ya empieza a no ser noticioso-; y allí, en la delantera, la pelota encontró el mejor de sus destinos: Cristiano, Benzema o Bale. Tres balas que descosieron la retaguardia ideada por Jens Keller como pocas veces se había visto en una eliminatoria de Champions. Con estas piezas a su máximo nivel, el Madrid tiene difícil freno. Han convertido al equipo en un claro aspirante a todos los títulos en los que está en juego.

El buen tono del galés en un partido importante se ha convertido en una de las mejores revelaciones para Ancelotti, quien nunca le ha retirado la condición de titular. Ni siquiera en los momentos en los que Jesé ha empujado con más fuerza desde el césped. Es cierto que Bale no se ha mostrado excesivamente participativo en la elaboración, pero su matrimonio con el gol y su capacidad de desborde han quedado fuera de toda duda. Sobre todo con espacios para correr y armar su potente disparo. La única mancha de su expediente parece la recurrencia con la que las lesiones lo apartan de la lista de convocados. Si logra continuidad, comenzaría a justificar parte del dineral que el Madrid desembolsó por él el verano pasado.

En cuanto a Benzema, su revolución se asemeja a la de Ancelotti. El francés ha emprendido una escalada átona. Tal vez nunca acabe de enamorar al Bernabéu, pero su contribución al colectivo se ha vuelto irreemplazable. Capaz de asistir como el mediapunta más elegante y de finalizar la jugada sin aflojarse la pajarita del traje, engrosa sus cifras por goteo. Pero no por eso dejan de ser formidables.

Y luego está Cristiano. Siempre por encima del resto. Él solo es un torrente a la hora de atacar. Su media, arrolladora. Hace diana cada 79 minutos.