El límite de combustible, principal quebradero de cabeza de los ingenieros
09 mar 2014 . Actualizado a las 07:00 h.El invierno ha sido especialmente intenso para los ingenieros.
Ahora el KERS se llama ERS
El aprovechamiento de la energía de las frenadas se ha potenciado para esta temporada. El viejo KERS, que permitía una potencia extra de 80 cv para seis segundo se dobla ahora con el ERS, con 160 cv durante 35 segundos.
Límite de gasolina, la verdadera revolución
Es la novedad más odiada por los ingenieros de las escuderías. De ser ilimitada los últimos años, ahora la carga de combustible se limita a 100 kilos.
Menor influencia de la carga aerodinámica
Los aerodinamistas ya no serán tan importantes en esta temporada del cambio. Los alerones delanteros se estrechan 15 centímetros y los traseros suben dos, aunque esto se compensa con una mayor apertura del DRS.
Motores menos potentes
Y con un cambio sustancial en el ruido que generan en pista. Los nuevos turbo pierden potencial con respeto a los V8 de 2,4 litros atmosféricos, aproximadamente 150 caballos de potencia. También se reducen las revoluciones por minuto, pasando de 18.000 a 15.000.
¿Duelos fratricidas?
Sin duda el tándem más fuerte lo conforman Alonso y Raikkonen en Ferrari. Por su parte, la marcha de Mark Webber de Red Bull, ganador de numerosas carreras, ha aliviado a Sebastian Vettel, incapaz de regalar los premios de consolación al australiano. Su sustituto, Daniel Ricciardo, no parece una seria amenaza. Si bien a estas alturas los problemas de Vettel se centran en el monoplaza. Hamilton y Rosberg, por su parte, sí podrían protagonizar domingos de tensión.
Y además de Mercedes...
Todos los equipos que comparten propulsor con Mercedes han visto una notable mejoría en el rendimiento este invierno. Además de McLaren, Williams no se reconoce. Acostumbrada a vagar con su nombre de leyenda por los circuitos, este año, con el pilotaje de Felipe Massa (subcampéon del 2008 y con once temporadas a sus espaldas), aspira a ganar carreras. Por contra, los motores Renault están resultando un fiasco y, como prueba, el propio Red Bull, donde temen que la estabilidad podría llegar demasiado tarde. En Lotus, con la fuga de importantes ingenieros, no repetirán los grandes éxitos del 2014.