Residente en Monforte, cree que hay menos calidad que hace diez años
12 mar 2014 . Actualizado a las 11:19 h.Gallego y londinense. Nacido en Londres, pero de padres coruñeses y con residencia en Monforte, que simultanea con la británica. Francis Cagigao acumula dieciséis temporadas en la secretaría técnica del Arsenal. Impulsó la llegada de Cesc Fábregas al club inglés y ahora trabaja para reclutar nuevos talentos. Nadie como él conoce la realidad del fútbol gallego.
-¿Cómo ve el fútbol en Galicia?
-No creo que sea muy objetivo, pero me gustaría que se invirtiese más en fútbol base. No ha habido suficiente apoyo en los últimos diez años. Y tampoco es fácil, porque las ciudades de aquí compiten contra gigantes. Además, el Dépor ha padecido problemas económicos e institucionales, aunque ahora parece está viendo la luz y que puede tener futuro. Y el Celta también se encuentra en esa dirección.
-¿Cómo ha evolucionado el fútbol en la última década?
-Quizás veo menos calidad, pero más competición. Hace quince años, en la base, solo estábamos otros dos ojeadores y yo. Ahora se han sumado muchas personas. En un partido puede haber 50 ojeadores y 50 agentes.
-¿Cuál es el secreto del éxito del Arsenal?
-Ha habido constancia en el trabajo y por eso no se han producido altibajos. Es difícil pelear contra equipos sin tope económico. Si no, pregúntele a los clubes españoles cómo se sienten contra el Real Madrid y el Barcelona. Nosotros estamos en una situación parecida, pero no hemos fallado ningún año. Nuestro equipo siempre es competitivo y se clasifica para la Champions.
-¿Cuál es el peso de Wenger en todo eso?
-Es mucho más que una pieza clave para el club. El Arsenal tiene un antes y un después de él. Se han conseguido tres títulos de Liga y cuatro de Copa, finales de competiciones europeas, se ha financiado un estadio de forma clara... Y si miras las compras y ventas de futbolistas, te das cuenta que el trabajo de este hombre es excepcional.
-¿Son un club vendedor?
-El club ha construido un estadio tremendamente costoso, pero era necesario. Hemos pasado de una aforo de 33.000 a otro de 62.500, con capacidad ejecutiva. A Cesc, por ejemplo, nunca quisimos venderlo. Llevaba ocho años con nosotros. Pero hay veces que no puedes competir con clubes con fondos ilimitados o de procedencia desconocida.
-¿No es frustrante competir contra rivales con una economía que parece inagotable?
-En España nos hemos dado cuenta de que es peligroso tirar de la manta. El Arsenal enseña que hay que mantener los pies en el suelo y no gasta más de lo que ingresa. En un mundo justo, recibiríamos la recompensa en poco tiempo.
-¿Pero no sienta mal que les arrebaten a las figuras?
-Hay que aceptarlo. Somos un club bien organizado. Si se vende, hay que tener jugadores preparados por detrás. Cesc ha sido de los mejores en nuestra historia reciente. Pero al año siguiente de su marcha, acabamos un puesto por arriba en la Liga. Lo malo es si no tienes proyecto.
-Y este año han fichado a Özil...
-El club está en una situación económica buena, completamente saneado. Cuando llegas al final de una hipoteca, en este caso la del estadio, no es lo mismo que al principio.
-Usted fue jugador y entrenador. ¿No echa de menos dirigir a un equipo?
-El gusanillo de entrenar me picará hasta que me muera. Pero ya he avanzado un camino en la secretaría técnica. Además, Ferrán Adriá no llegó a tener estrellas Michelin sin haber sido pinche. Los ojeadores surgen de los técnicos de campo, con más trabajo analítico. Y ayuda haber sido futbolista profesional.
-¿Cuál es su favorito para ganar la Champions?
-Estoy viendo muy regular al Real Madrid. También está el Bayern de Múnich, con su experiencia y su entrenador. Y el Barcelona tiene muchísima calidad.