Un tribunal de Múnich juzgará al magnate de la fórmula 1 por un soborno de 44 millones con el que intentó cerrar la venta de los derechos del deporte del motor
22 abr 2014 . Actualizado a las 18:27 h.El gran magnate de la fórmula 1, el británico Bernie Ecclestone, comparecerá a partir de este jueves ante un tribunal de Múnich acusado de corrupción en un juicio que podría desestabilizar al rey del deporte del motor durante los últimos 40 años.
El multimillonario británico de 83 años, que ya anunció que se declarará inocente, está acusado de haber sobornado con 44 millones de dólares en el 2006 y 2007 al banquero alemán Gerhard Gribkowsky, quien trabajaba para el banco público Bayern LB, con el objetivo de cerrar la venta de los derechos de fórmula 1 al fondo de inversión CVC Capital Partners.
Finalmente CVC compró por aquel entonces por 839 millones de dólares los derechos de la fórmula 1 que hasta aquel momento estaba en manos de Bayern LB.
Gribbowsky, que era el director de riesgos del establecimiento financiero alemán, fue condenado en junio del 2012 a ocho años y medio de cárcel por corrupción y fraude fiscal, por no haber declarado esos 44 millones de dólares.
Durante el juicio, afirmó que esa suma era un soborno. El jefe de la fórmula 1, convocado a la audiencia en calidad de testigo, admitió entonces ese desembolso pero lo presentó como una forma de «precio del silencio» para que Gribkowsky no hiciera revelaciones comprometedoras sobre su patrimonio al fisco británico.
26 días de audiencia
Está previsto que el proceso se alargue durante 26 días de audiencia, que podrá llegar hasta el 16 de diciembre.
«Iré al juicio para demostrar mi inocencia», clamó recientemente Ecclestone, en una entrevista al diario británico The Telegraph, en la que niega los rumores según los cuales podría tratar de obtener un acuerdo y declararse culpable.
A pesar de las audiencias a las que deberá acudir dos veces por semana, Ecclestone cuenta seguir yendo a los diferentes grandes premios de fórmula 1 de la temporada 2014 en todo el mundo.
«Actualmente, el perdedor soy yo, porque la gente me denigra, sin saber realmente de qué se trata», declaró en la televisión alemana ARD, hace unos días.
Admitiendo que la preparación del juicio ocupaba actualmente «mucho de su tiempo», tuvo que renunciar a asistir al Gran Premio de China, el domingo de Pascua, en el circuito de Shanghái.
Debido a este proceso, el consejo de administración de Delta Topco -el holding de fórmula 1, con sede en Jersey y del que CVC Partners es el accionista principal- decidió a mediados de enero retirar a Ecclestone algunas responsabilidades en el seno del grupo que gestiona las competiciones automóviles más prestigiosas.
Aunque Ecclestone ya no puede firmar los contratos con las escuderías, los promotores, los propietarios de circuitos y los patrocinadores de la competición, sí puede continuar negociándolos, como ya hace en total discreción desde 1980.
Ecclestone compró en 1971 la escudería Brabham, fundada por Sir Jack, que consiguió dos títulos mundiales con el brasileño Nelson Piquet (1981, 1983). Las últimas estimaciones de su fortuna personal giran en torno a los 4.000 millones de euros.
El magnate del deporte del motor es además una figura controvertida. En 2005 tuvo que disculparse por unos comentarios sexistas sobre las mujeres pilotos de fórmula 1 y en 2009 calificó a Adolf Hitler de «eficaz».
En Múnich, Ecclestone comparecerá ante Peter Noll, el juez que ya condenó a Gerhard Gribkowsky. Ecclestone ya había comparecido ante el magistrado como testigo durante dos días a finales del 2011, durante el juicio del banquero alemán. Al leer la sentencia de Gribkowsky, Noll declaró que Ecclestone había «llevado al crimen» al banquero.