El tenista balear impuso su mayor experiencia y se medirá a Nishikori por el título
11 may 2014 . Actualizado a las 00:43 h.Rafa Nadal venció el duelo español por un puesto en la final del torneo de Madrid al derrotar a Roberto Bautista, por 6-4 y 6-3, y se clasificó por segundo año consecutivo para luchar por el título, el cuarto en sus doce años de intervención.
Ganador el pasado año al derrotar en el último encuentro al suizo Stanislas Wawrinka, Nadal (que no ha cedido un set todavía) se medirá con el japonés Kei Nishikori, que se impuso en la otra semifinal a David Ferrer, por 7-6 (5), 5-7 y 6-3, en dos horas y 55 minutos de lucha extenuante en la que David salvó nueve bolas de partido, una de ellas con doble falta del japonés, antes de ceder.
De obtener el título el domingo, Rafa Nadal sería el primero en ganarlo cuatro veces, deshaciendo el empate a tres con el suizo Roger Federer, y además, se convertiría en el primero en defenderlo con éxito, rompiendo la negativa tradición que ha marcado a todos los campeones en los 13 años de historia de este torneo.
«Roberto está teniendo una progresión impresionante, hay que felicitarle y que siga igual porque es de los más jóvenes que vienen y cada año va mejorando, y este año va a tener una posición mu alta», dijo Nadal sobre la pista. «Cada día he ido jugando mejor, con más ritmo y sintiendo más cosas sobre esta superficie», continuó el de Manacor. «Lo importante es estar en la final, la forma es menos importante. Cada día que gano es una satisfacción por competir al día siguiente».
Con gritos y bocinas de trabajadores de la embotelladora de Coca Cola que se manifestaron en las puertas de la Caja Mágica para protestar por el cierre de varias plantas, entre ellas la de Fuenlabrada, y la pista central Manolo Santana con tres cuartos de entrada, Nadal impuso su mayor experiencia en su semifinal de un Masters 1000 número 53, y la séptima en Madrid, para imponerse a Bautista en el primer enfrentamiento entre ambos en una hora y 53 minutos. «Mis bolas están volviendo a hacer daño sin tener que tirar a la línea. Estoy consiguiendo desplazar al rival sin tener que asumir demasiados riesgos y hoy lo he conseguido hacer bien contra un rival que venía jugando muy bien», abundó Nadal sobre su juego.
La inexperiencia de Bautista, que competía por primera vez en una ronda de un torneo como este, le pasó factura en los primeros minutos del encuentro, donde Nadal jugó a su antojo marcando el ritmo con sus latigazos de derecha. Pero poco tardó en sobreponerse, sacarse de encima la ansiedad y tras remontar un 3-1 disponer luego de cuatro oportunidades de marcar el 4-3 con su saque. Pudo variar el signo del encuentro pero fue ahí donde Nadal se aplicó al máximo para llevar a cabo su habitual castigo de desgaste y anotarse después el primer set en 51 minutos, eso si recibiendo como en casi todos los partidos esta semana, una advertencia por exceso del tiempo al servicio.
Nadal y su ritmo machacón
Con la tranquilidad de romper de entrada el servicio de su rival en el segundo set, Nadal fue aplicando poco a poco su letal juego de de fondo, castigando el revés de Bautista y minando sus oportunidades. Descolocado y sin apenas mordiente, Bautista asistió a una gran exhibición de Nadal, abortada en el quinto juego del segundo parcial (4-1) en una reacción «in extremis», cuando logró enviar dos derechazos a la línea, después de haber encajado seis juegos consecutivos, y en una rotura a continuación, cuando Nadal jugó algo defensivo (4-2) para insistir ante lo que parecía un milagro (4-3).
Pero Nadal no concedió más oportunidades y tras ese lapsus recuperó su zona en la pista, y aunque Bautista luchó sin tregua, no pudo impedir la victoria de Nadal que estará de nuevo en la final de un Masters 1000, la 39 de su carrera, de las que ha ganado 26.